En una magnífica labor de equipo, sobre todo desde los minutos finales del primer tiempo hasta el cierre del partido, Peñarol de Mar del Plata se consagró por tercera vez consecutiva, algo jamás visto en la Liga Nacional de Básquet y por cuarta vez en su historia al derrotar por un contundente 75-56 a Obras Sanitarias en el sexto juego de la final y cerrar la serie 4-2 a su favor. Los goleadores fueron David Jackson (23) y Leonardo Gutiérrez (17), por el lado del milrayitas; mientras que en el tachero hicieron lo propio Juan Gutiérrez (21) y Alejandro Konsztadt (13).

Los primeros pasajes del cuarto inicial mostraron a un Obras más efectivo llegando a meter un parcial de 0-9, para establecer una diferencia de 7 puntos, 4-11, aprovechando la sequía ofensiva que acompañaba en ese pasaje al local, quienes no podían calibrar la mira en los lanzamientos de tres puntos (0/6) que le permitían los hombres del tachero.

Por el lado de los dirigidos por Julio Lamas, la presión y la intensidad defensiva sumados a la adrenalina propia del juego provocó que tanto Osimani, hasta allí desequilibrante, sumara su tercera falta personal al igual que Fells, sin embargo sus reemplazantes Konsztadt y Espinoza no desentonaron y permitieron que el elenco capitalino cerrara los primeros diez minutos con una renta de 11 puntos, 10-21, ante un milrayitas nervioso y muy errático.

Los dirigidos por Sergio Hernández no hallaban los caminos al gol, producto en parte a la buena defensa de la visita y en gran medida a la poca efectividad de los lanzadores, mientras que en defensa tampoco podía hacer pie ante los ataques que comandaba Konsztadt y definía Juan Gutiérrez. Si a eso le sumamos que Martín Leiva llegaba a su tercera falta personal, todo parecía cuesta arriba para los locales, que cuando promediaba el segundo periodo perdían por 16 puntos, 12-28.

Pero Peñarol es Peñarol, y cuando todo parecía ser cada vez más oscuro aparecieron en los cinco minutos finales Campazzo y Leo Gutiérrez con sendos bombazos, sumados al aporte de Safar desde el banco para acortar la brecha, aprovechando además el descanso del Gutiérrez de Obras. Lo que obligó al actual DT de la selección a enviar nuevamente al pivote al campo de juego, pero el buen momento en el goleo del milrayitas continuó y al cabo de la primera mitad Obras apenas ganaba por dos puntos, 31-33.

Cuando los problemas acechaban al local, tras la cuarta falta de Leiva en los minutos iniciales del complemento, Campazzo, Leo Gutiérrez y Mata, dijeron presentes desde tercera dimensión, para poner al milrayitas al frente en el marcador, apoyados en una gran tarea defensiva que controló a un “tachero” que empezaba a ponerse nervioso y cometía errores que hasta ahí no había tenido.

Sin embargo una vez más entró en juego “pipa” Gutiérrez para tratar de mantener con vida a los capitalinos, pero cuando Peñarol ajusta su ataque es una tromba y con un Campazzo eléctrico escoltado por un Marcos Mata de enorme labor, al igual que Jackson, más una soberbia actuación del equipo en sí, le permitían al dueño de casa entrar al capítulo de la verdad ganando por 6 puntos, 48-42, la mala noticia era que Alejandro Reinick, de correcta actuación, se despedía temprano de la final al llegar a la quinta falta personal.

El inicio del último cuarto fue todo de David Jackson, ese americano que vino a reemplazar a LaMonte y a saldar su cuenta pendiente, marcó los primeros 9 puntos para el milrayitas además de cargarse a Mázzaro, quien llegó a la quinta falta. Si a eso le agregamos el enorme trabajo defensivo del equipo y de Campazzo en particular, Peñarol aplastaba a Obras, desconcertado y sin gol, por 15 puntos, 60-45, cuando restaban poco más de 6 minutos por jugar.

Cada ataque de los marplatenses era una daga en el corazón de la defensa “tachera”, que no paraba de hacer agua y era un espectador de lujo del recital que brindaba Peñarol, empujado por el aliento de las 8000 almas que coparon el Polideportivo Islas Malvinas.

Sin embargo los dirigidos por Hernández se empezaban a complicar con las faltas, ya que a poco menos de 3 minutos por jugar, Campazzo y Leo Gutiérrez se sumaban a Leiva con cuatro faltas personales, mientras que Barrios tenía tres, pero la visita ya había bajado los brazos hacía tiempo y la victoria que finalmente fue de 75-56, jamás corrió peligro.

De esta manera Peñarol de Mar del Plata se coronó nuevamente campeón un 31 de mayo al igual que en la temporada 1993/94 cuando conquistó su primer título, pero esta vez le agregó un condimento más al entrar definitivamente en la historia grande del básquet al ser el primer equipo en salir tres veces campeón de manera consecutiva en la Liga Nacional de Básquet.

SINTESIS:
PEÑAROL (75):
Campazzo (12); Jackson (23); Mata (11); L. Gutiérrez (17); Leiva (2) (F. I.); Safar (4); Barrios (5); Reinick (1) (X). DT: Sergio Hernández.

OBRAS SANITARIAS (56): Osimani (8); Mázzaro (0); Washam (4); Fells (2); J. Gutiérrez (21) (F. I.); Field (0); Konsztadt (13); Elsener (0); Espinoza (8). DT: Julio Lamas.
Parciales: 10-21; 31-33; 48-42; 75-56.

Crónica: Colaboración especial de Alejandro Maldonado Casamajor
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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