Desde el Mundial 2006 hasta la actualidad hemos tenido la suerte de poder ver a la Selección de Grecia en reiteradas oportunidades. Su victoria en la semifinal de Japón ante Estados Unidos fue su momento cumbre y desde hace unos años el equipo dirigido por el genial Panagiotis Yannakis forma parte de una especie de Top 4, junto a nuestro país, España y EE. UU.
Su punto fuerte pasa por la extraordinaria mediacancha que forman Papaloukas, Diamantidis y Spanoulis, jugadores muy completos en ambos lados de la cancha, que priorizan el juego de conjunto por sobre la capacidad individual. Ellos tres son quienes más tienen el balón en la mano y junto a Fotsis (un falso 4 con buena mano) y Bouroussis (un obrero de 2,11) forman un quinteto de primer nivel.
El trío perimetral, Zisis y Vassilopoulos (que jugó el Mundial Sub 22 en Argentina y cometió la falta al lituano Seibutis sin tiempo en el reloj) son además los encargados de una defensa asfixiante en la mediacancha, con presión total sobre el base. En este sentido, será vital que tanto Ginóbili como Delfino ayuden a Prigioni para evitar que el base del TAU se desgaste.
Si bien en el Mundial los griegos se caracterizaron por una rotación larga, la renovación del plantel la ha acortado muchísimo, al punto de utilizar sólo 7/8 jugadores, es decir, igual que Argentina.
Su juego solidario y de constantes pases para buscar al hombre libre, así como también la defensa como arma de ataque hermanan el juego griego con el de la Generación Dorada. El punto que tienen a favor los de Hernández es el talento de individualidades como Ginóbili, Scola y Nocioni, superiores a la mayoría de los rivales del miércoles.
Hernández y Scola pronosticaron un final cerrado. Yo creo que Argentina está «medio pasito» arriba. En unas pocas horas se revelará la verdad…
Gentileza Agustín Remiro (generaciondorada.blogspot.com)