Juan Pablo Cantero volvió a sentir esas sensaciones tan particulares que genera la alta competencia. En enero del año pasado, cuando vestía la camiseta de Lanús, sufrió la ruptura del tendón femoropatelar de la rodilla derecha y desde entonces soñó con el día del regreso. Ayer, en el día después del regreso a la acción, el base armador paranaense habló con EL LIBERAL. “Ya desde la semana pasado venía entrenando muy bien, pero por desgracia no salté a la cancha y también estaba pronosticado que no ingrese el fin de semana. Pero una vez que llegamos a Santiago, la idea era entrar un ratito”, comentó en el inicio de la entrevista.
“Entrenar fuerte e ingresar en un partido, son dos cosas diferentes. Hay que estar más del ciento por ciento concentrado y eso genera que la tensión sea distinta. Me voy a tener que ir acostumbrando poco a poco. La verdad que contento por haber pisado la cancha. Aunque jugué poquito, fue como si hubiese jugado un partido de 40 minutos”, agregó.
Consultado sobre si apareció dolor en la rodilla, comentó: “Me siento muy bien. Durante estos meses me voy a ir poniendo mejor. Todavía me falta en el tema de la aceleración y la reacción. Me siento muy lento a lo que era antes, pero a medida de que vayan pasando los entrenamientos, el trabajo extra fuera de la cancha y los partidos, me voy a ir sintiendo muchísimo mejor. De a poco voy a ir sacándole minutos al Penka, que está haciendo un trabajo tremendo en lo físico y en lo basquetbolístico”.
Ante Progresista, Cantero ingresó sobre el final del segundo cuarto y la primera pelota que tocó terminó en la platea. “Era más que nada para llamar la atención, para que sepan que estoy dentro de la cancha. Si mal no recuerdo, creo que la mandé a la fila 10. Fue un pase bastante importante”, tiró entre carcajadas. “Enseguida lo tomé para bien. Sé que me falta muchísimo. Al mejor Cantero lo vamos a ver a principios del año que viene. Sé que me puedo equivocar mucho más que los demás y la verdad que el hecho de que el entrenador me tenga tanta confianza, es muy positivo”, agregó.
Consultado sobre si jugará el domingo ante La Unión de Formosa, comentó: “Si Dios quiere, sí. El entrenador me dijo que me iba a ir poniendo, tampoco quiero meterle presión. Sé que me falta muchísimo. Y bueno, creo que el tiempo me va a ir poniendo mejor físicamente y basquetbolísticamente”. Por último, reveló que ayer trabajó en lo físico mientras que el resto del plantel disfrutó de una jornada de descanso. “El único día libre que me tomé fue el jueves pasado por una cuestión médica. Creo que desde que me lesioné no tuve día libre. Hoy a la mañana estuve en el gimnasio; a la tarde, kinesiología. Para mí, hasta que no esté al ciento por ciento, no hay día libre”, concluyó.
Entrevista: Diario El Liberal