La preocupación ya llegó a un punto límite. Fue tal la desazón de la comisión directiva de Atenas ante los malos resultados registrados en estos últimos compromisos, que ayer por la mañana se reunieron para delinear posibles soluciones. “Estoy preocupado. Está a la vista de todo el mundo lo que está pasando. Son totalmente irregulares”, le dijo rato después el vicepresidente Felipe Lábaque a PODIO.
“Los jugadores que trajimos no están a la altura de la circunstancia. Sus antecedente son mucho más de lo que muestran en este presente”, dijo el Felo. Y agregó: “Es inocultable. Los hechos están marcando que éste inicio es el peor que hemos tenido en toda la historia. Hicimos un gran esfuerzo, por eso tengo fe de que esto se revierta pronto”.
¿En la reunión le pusieron algún plazo a este presente?
(Silencio) No, por ahora. Todo será de acuerdo a cómo marchen las circunstancias. Los éxitos marcan todo. Pero si las cuestiones siguen así, siempre obedeciendo a la política de toda la vida, tomaré decisiones. No tengo problema en hacerlo, por más que cueste mucho.
Se nota que rápidamente quieren reaccionar, como en otras oportunidades…
Es así. Es que ya hemos tocado fondo, no exagero.
Evidentemente lo otro que le preocupa es lo económico.
En los 29 años ininterrumpidos que llevamos, es la primera vez en la historia que se nos hace tan difícil. Al punto que debimos cortar el extranjero por problemas en la compra de moneda extranjera. Hoy somos el único equipo en la Liga con todos nacionales, y es duro.
¿Cuál es el problema con el Gobierno de Córdoba?
Teníamos pauta pactada con el Banco y la Lotería, y no hemos cobrado un centavo del año pasado. Eso está influyendo en nuestra economía. Y a raíz de esto, es que tengo ya hace cuatro meses una audiencia pactada con el gobernador De la Sota, pero aún no pude ser recibido. Cuando tenga la oportunidad le mostraré todos los comprobantes de deuda (de la gestión anterior, hasta diciembre; y la de éste mandato). Ojalá nos dé soluciones.
Sacándolo de esto, indefectiblemente volvió a sonar el nombre de Fabricio Oberto.
A él no lo vuelvo a hablar nunca más. Es una novela terminada de mi parte. Pero si quiere jugar, las puertas están abiertas y me haría muy feliz, ya que como siempre lo dije, es un hijo mío. Todo salió de las ganas que tiene Bruno, que es un directivo más. Siempre charlan, pero no hay nada. Ojalá se diera.
Entrevista: Javier Ciani – Diario La Mañana de Córdoba