«Es un crack». El mensaje de texto enviado por el director deportivo Juan Espil a «La Nueva Provincia» sintetizaba, en una frase, el valor de la contratación de Marcus Fizer.
Los partidos pasaron, el estadounidense fue adaptándose y poniéndose en forma hasta que anoche, en su séptima presentación, su aporte resultó decisivo para la victoria de Bahía Estudiantes ante Argentino de Junín, por 82 a 68, en juego válido de la séptima fecha de la Liga Nacional de Básquetbol.
El 7-0 con el que abrió el juego Estudiantes en 1m30 (con 100% de efectividad) ilusionó a todos. Aunque la visita empezó a acomodarse y desnudó las terribles falencias defensivas del local: parcial de 11-0, en tres minutos.
Lytch ganó permanentemente por el fondo, los pick and roll anudaron a los defensores y hasta ridiculizaron en más de una oportunidad cuando perdieron a su hombre. Por eso, los grandes de Argentino aprovecharon y combinaron 13 de los 15 puntos del primer cuarto.
Cuando la metió (2-3 en triples de Rivero) o apostó a Fizer, el equipo de Coleffi pudo maquillar la pobre imagen colectiva, porque sin poder correr, las limitaciones en ataque se multiplicaron.
¡Menos mal que el «Gordo» fue imparable! Como tiene muchos recursos para jugar de frente o de espalda, no necesita apoyarse en su defensor, desafía cualquier defensa y saca faltas.
Primero atacó a Carwell y después a Amicucci (tres faltas en 1m37).
Doblando la base y mejorando la defensa en el perímetro, Estudiantes se puso más firme. Funcionaron Faggiano, Miérez y las ayudas, alejando del cesto a la visita y teniendo el contraataque como un valiosísimo recurso.
Esto, sumado a la combinación entre la topadora Fizer con el sensible ojo de Rivero (llevaba 4-7 en t3 en el tercer cuarto), derivó en el mejor momento del local, levantado al público, también, por el espíritu del entusiasta Miérez.
A la vez, empezó a verse el daño que había hecho Fizer en los minutos previos, salió con cinco faltas Amicucci y Bahía Estudiantes estampó 12 de luz (58-46) casi al término del tercer cuarto, la máxima diferencia hasta ese momento.
El partido se fue abriendo. El equipo de Coleffi tuvo mayor paciencia y le dio valor a la pelota. Las ofensivas fueron más prolongadas, a partir de lo que había generado Fizer adentro y Rivero a distancia.
Claro que el combativo equipo de Argentino quería mantener el invicto afuera de Junín y no se daba por vencido, aún sabiendo que la tenía complicada.
Nicolás de los Santos –bahiense de nacimiento– se encargó de atacar el cesto, Luchino clavó un oportuno triple y cuando un lanzamiento lejano de Miérez parecía quebrar el juego, a falta de 5m20 (70-61), el desconcierto generalizado le jugó a favor a la visita.
Antideportiva de Rivero y el equipo juninense, a 3m20 del final, se puso a 6. Afortunadamente, Argentino se quedó sin resto. Baldo metió un doble para alejar los fantasmas, Faggiano se sumó con un recupero y bandeja, mientras que Fizer, definitivamente, empezó a ganarse los aplausos.
Bahía Estudiantes hizo un parcial de 12 a 4 en 3m20 y, con 39 segundos, Coleffi sentó a la figura del partido, que demostró ser lo que Espil había anunciado. A disfrutarlo.
Estudiantes (82): Lucas Faggiano 10, Juan M. Rivero 18, Richard Roby 10, Víctor Baldo 5 y Marcus Fizer 29 (formación inicial) Lavell Blanchard 3, Juan M. Torres 0, Mauro Miérez 7, Gonzalo Torres 0. DT: Pablo Coleffi
Argentino (J) 68: Nicolás De los Santos 18, Gastón Luchino 3, Juan Cangelosi 0, Kavon Lytch 14, Bryan Carlwell 14 (formación inicial) Axel Weigand 13, Cristian Amicucci 0, Jonatan Morris 6 DT: Adrián Capelli
Parciales: Weber Bahía 18-15, 33-32, 58-48 y 82-68.
Árbitros: Fabricio Vito y Julio Dinamarca
Estadio: Osvaldo Casanova (Bahía Blanca).
Crónica: Fernando Rodríguez – La Nueva Provincia