Copa Argentina: Peñarol ganó el Clásico

Peñarol se quedó con el primer clásico del año al derrotar anoche a Quilmes por 92 a 85 en el Estadio Polideportivo por la 4º fecha del Grupo V de la Copa Argentina de Básquetbol, en un partido intenso, emotivo y de gran final donde la figura y goleador fue David Jackson con 26 puntos. […]


Peñarol se quedó con el primer clásico del año al derrotar anoche a Quilmes por 92 a 85 en el Estadio Polideportivo por la 4º fecha del Grupo V de la Copa Argentina de Básquetbol, en un partido intenso, emotivo y de gran final donde la figura y goleador fue David Jackson con 26 puntos. Planilla Oficial

El encuentro fue parejo en todo su trayecto salvo los dos últimos minutos del segundo cuarto cuando Quilmes se quebró y dio demasiada ventaja para que Peñarol lograra en esos 120 segundos un parcial de 16-2 , y los últimos tres minutos del cotejo cuando el “cervecero” a pura garra logró achicar una diferencia de 20 puntos a sólo 3.

En el “milrayitas” también se destacaron: “Tato” Rodríguez, que con un trabajo prolijo, silencioso y productivo logró sumar 18 puntos. Byron Johnson y Román González, en la zona pintada realmente marcaron la diferencia. Por su parte, en la visita, Maximiliano Maciel (21 pts.) fue el abanderado de la ofensiva con sus triples y Nicolás Romano (20 pts.), de gran amor propio y emocionante garra, fueron los responsables de la reacción y levantada que por un momento puso en jaque al “Campeón de América”.

En la previa Quilmes llegaba con desventaja por tener un americano menos, dos partidos perdidos en este torneo, y con su base titular recién recuperado de una lesión y se estimaba que la diferencia final no bajaría de los 20 puntos dado que enfrente la realidad era totalmente distinta. Pero, aunque suene trillado, los clásicos son partidos aparte y más que de preparación pareció un séptimo juego de una final de Liga Nacional. Gran partido regalaron ambos conjuntos a las 3500 personas presentes demostrando porque el básquetbol es uno de los deportes más lindos y excitantes para ver.

El “clásico” fue de menor a mayor en todo sentido en cuanto a ingredientes: intensidad de juego, emoción, calenturas, peleas y expulsados, drama, alegría, tristeza, duelo de hinchadas y un final de película.

El inicio del cotejo, en un piso reluciente, con el arbitraje del “olímpico” Estévez y con una bandera con la cara de Esteban De La Fuente recordando su pasado con campeonato incluido en la vereda de enfrente que decía “¿Qué te pasó?” paseándose por la popular “milrayitas”, fue favorable al local ya que a los 40 segundos de juego pusieron un parcial de 5-0. Pero Quilmes reaccionó con triples de Maciel que fueron contestados por otros de “Tato” Rodríguez y de esa manera comenzaba el clásico: parejo, Peñarol dominando la zona pintada por Román González y Byron Johnson, y Quilmes buscando sumar desde lejos ya que sus grandotes fueron superados toda la noche. La figura del cotejo, David Jackson, realmente estaba imparable dada su velocidad y versatilidad sumadas al gran tiro que tiene. En el “cervecero”, Nicolás Romano comenzaba responder en la cancha a los que confiaron en él ayudando a Maciel a sumar para evitar la escapada del local, Pablo Gil era pura ganas pero poco goleo y Pedro Calderón sumó cuatro faltas personales en estos diez minutos. Este cuarto fue intenso y parejo y se llegaba al final del mismo con un parcial favorable a los dirigidos por Sergio Hernández de 27-24.

Para el segundo cuarto, en los dirigidos por Esteban De La Fuente surgía la figura del base Dragan Capitanich pero Jackson continuaba haciendo de las suyas y resultaba difícil seguirle el ritmo. En este período se “picó el clásico” y llegaron las peleas por sobre el goleo: muchas discusiones, defensas por demás duras y hasta una falta técnica cobrada al entrenador “cervecero”. Además Ezequiel Dentis peleaba con Román González pero no lastimaba al aro rival, Calderón seguía “desaparecido” y las ganas de Gil no lograban verse reflejadas en el tanteador. Peñarol, con un juego ordenado, logró en los dos últimos minutos de este cuarto (hasta ese momento todo continuaba muy parejo) poner un parcial de 16-2 ante un Quilmes nervioso y llegaron al descanso largo con un marcador de 53-37.

En el tercer cuarto, De La Fuente le daba la conducción a Hernando Salles quien entró con todo y logró 7 puntos en este período. Maciel continuaba sumando y liderando al equipo pero en Peñarol aparecía el otro buen americano de Johnson y seguía la paridad. Pero en Quilmes pareció haber un quiebre físico, no surgía la figura de su extranjero Jaz Cowan, se peleaban Maciel y Dentis, llegaron dos triples de Jackson y el marcador mostraba la máxima diferencia en cancha de 20 puntos a 04:23m para el final del cuarto con un parcial de 62-42. Nada parecía indicar que dicha diferencia iba a disminuir y menos después del triple contra la chicharra del “pamperito” Diez para llegar al final del cuarto con un parcial de 73-54.

En el comienzo del cuarto final, fue realmente emocionante el aliento de la parcialidad “cervecera” a pesar del marcador, quien fue contestado por la hinchada local no con menos entusiasmo para vivir gracias a ese duelo tres minutos ensordecedores de pura pasión. Fue el cuarto con más emociones ya que luego de una jugada para disputar el balón con alma y vida por Diez y Romano, hubo un tumulto, golpes, empujones y ante el puntapié, de un exaltado Salles contra Diez, Estévez lo expulsó faltando 8:28m para el cierre. El Estadio Polideportivo “explotaba”, Jackson convertía otros dos triples pero en Quilmes fue excelente lo producido por Romano (12 pts.) y Esteban López (10 pts.) en este período, máximos responsables junto a Maciel de aprovechar el relajamiento local para ponerse otra vez en partido. Mientras en la hinchada visitante un desmayado necesitaba atención médica, Quilmes utilizando sus mejores armas como la garra y el amor propio para combatir contra la calidad individual de los jugadores rivales, llegaba a ponerse a tres puntos (88-85) a 0:26m para el final luego de un doble convertido por López tras un robo en la salida local. A esa altura ya era un partidazo y el Estadio una “caldera”. Impensado final para ambos entrenadores. Este cuarto fue para Quilmes con un parcial de 31-19 pero no le alcanzó para la hazaña.

Un dato a destacar luego del partido fue cuando Román González estaba siendo entrevistado en el centro de la cancha y comenzó a recibir insultos en forma de canción por parte de la hinchada Quilmeña, y el pívot “olímpico” arengo a la parcialidad local para que le contesten con otra canción. Cuando se retiraba para el vestuario, con la lógica ovación “milrayitas”, enfrentó a los hinchas visitantes mostrándoles su camiseta para lograr la locura generalizada y entrar definitivamente en el corazón de todos los fanáticos de Peñarol. Simpático final, digno de una película y a la altura de un clásico como el marplatense.

Quilmes cayó dignamente y terminó mejor que Peñarol, dejó una luz de esperanza basada en sus buenos jugadores nacionales y con la ilusión de seguir mejorando con la llegada de dos buenos refuerzos americanos. El “Milrayitas” tiene un gran plantel, juega ordenado, defiende bien y su pareja de extranjeros seguramente dará que hablar para volver a dar pelea ahí, siempre en las discusiones de arriba.

Síntesis:

Peñarol (92): Sebastián Rodríguez 18, David Jackson 26, Sebastián Vega 3, Byron Johnson 14 y Román González 17 (FI) Alejandro Diez 5, Alejandro Reinick 1, José Muruaga 3, Lucas Picarelli 5; DT: Sergio Hernández

Quilmes (85): Dragan Capitanich 6, Pablo Gil 3, Maximiliano Maciel 21, Jazz Cowan 9 y Pedro Calderón 2 (FI) Nicolas Romano 20, Ezequiel Dentis 3, Hernando Salles 11, Esteban López 10; DT: Esteban De La Fuente

Parciales: 27-24, 53-37, 73-54 y 92-85
Árbitros: Pablo Estévez y Fabricio Vito
Estadio: Polideportivo Islas Malvinas (3150 personas)










Emanuel Trpin para www.infoliga.com.ar
Fotos: Marcelo Demián Schleider www.infoliga.com.ar