Diego, un gran triunfo del equipo pero además tu labor fue impecable. Demostraste lo gran jugador que sos y el hambre que tenés dentro tuyo.
Sí, la verdad que fue un trabajo muy duro del equipo, contra un rival que está acostumbrado a jugar este tipo de partidos. Y en lo personal estoy muy contento porque necesitaba un partido así. No soy de hacer muchos puntos, ya todos me conocen que soy de hacer jugar más al equipo. Pero esta era la primera semana en que me sentía pleno físicamente después de la lesión y eso obviamente te sube la moral y hoy entraba todo lo que tiraba. Lo importante es que el equipo funcionó, se recuperó de un momento duro y otra vez, gracias a la gente, lo sacamos adelante.
¿Influyó la sed de revancha después del partido contra Obras?
Este equipo sabe que no nos podemos caer porque la Liga está pasando por casa y parece que funciona así, porque cuando más difícil se pone, más agresivos nos ponemos. Cada vez que ganamos, entramos al vestuario con la mitad del sabor, porque sabemos que si hubiésemos ganados dos partidos nada más de visitante, estaríamos 4tos o 5tos. Eso al equipo le pesa y ya se nota afuera, porque el problema no es táctico sino anímico. Pero sabemos que sacando adelante este tipo de partidos, estamos cada vez más preparados para ganar afuera.
Demostraron una vez más que el Socios Fundadores es una fortaleza. Hubo dudas en la semana, Libertad era un equipo duro.
Yo creo que el equipo entiende que el equipo trabaja. Tenemos nuestros defectos: somos un equipo muy ofensivo y a veces nos cuesta defender o que nos anotan muy fácil. En casa, la gente nos ayuda a defender más y en los momentos claves es determinante, pero si defendiéramos un poco más duro desde el principio, creo que sufriríamos un poco menos.
¿Cuándo entendieron que ganaban el partido?
Te digo la verdad, entramos a jugar sabiendo que lo ganábamos y esa es la tranquilidad que no tenemos afuera, donde cada vez que nos sacan una diferencia de cinco puntos nos venimos abajo, en cambio acá pasa todo lo contrario: nos sacan dos o tres puntos y el equipo más duro se pone. Entonces, esa tranquilidad que tenemos, que nos da nuestra gente, es algo mágico, porque cuanto más difícil se pone, más estamos convencidos de que lo vamos a ganar. Ahora hay que disfrutar de esto y superar los defectos lo más pronto posible para que llegue la ansiedad victoria de visitante.
Entrevista: Lucía Fueyo – Prensa Gimnasia de Comodoro