Se sabía que no iba a ser fácil, que la entrega, el transpirar y dejar todo iba ser muy importante, además de la concentración y el estar atento. Sionista volvió a realizar un gran trabajo para sumar una nueva victoria. No mostró un nivel superlativo como en Mar del Plata, pero sí tuvo personalidad y temperamento para dominar de principio a fin un partido muy difícil.
Como dijo Alejandro Zilli a EL DIARIO durante la semana, si Sionista finaliza el partido con varios jugadores con dos dígitos en sus casilleros altas posibilidades hay de festejar. Anoche, el local gozó de una diversidad muy importante y con un alto goleo pudo con un oponente complicado. Fueron cinco jugadores que sumaron y muy bien: González (19), Wade (19), Pittman (17), Lloreda (15) y Sandes (14). El resto acompañó muy bien.
Sionista derrotó a 9 de Julio de Río Tercero por 99 a 90 y de este modo volvió a pisar fuerte de local. El equipo paranaense suma, crece y se entusiasma. Por momentos jugó bien, por momento le costó. No obstante, jugó en equipo, trabajó en forma colectiva y sigue por la buena senda.
MUCHO GOLEO. La intensidad y el vértigo fueron el denominador común en el arranque del partido. Sabido era la visita iba a entrar con mucho sacrificio y actitud, mientras que Sionista con la finalidad de pisar fuerte y con personalidad.
Los dos equipos entraron con la intención de mostrar agresividad en defensa. Lo hicieron, si bien las ofensivas también fueron profundas y desequilibrantes.
Sionista tuvo un interesante comienzo, fundamentalmente en ataque. Los dirigidos por Sebastián Svetliza mostraron variantes para lastimar e interesantes recursos como para sacar la primera diferencia de la noche.
En el perímetro el tridente Cequeira-González-Pittman fueron intensos. Los tres se entendieron muy bien e hicieron el juego que necesitaba su equipo, además de habilitar muy bien a Lloreda, quien también se sumó a la causa.
Sionista convirtió muchos puntos en el primer cuarto (31), pero también le anotaron varios (26). Dominó y jugó bien, aunque tuvo que soportar a un rival intenso que no dejó de correrlo.
BAJÓ EL NIVEL. Con la idea de aplacar el goleo del dueño de casa, la visita introdujo una zona 2-3 que en sí al local le tomó unos minutos como para encontrarle la vuelta. En algunos pasajes el Centro Juventud movió bien la pelota pero perdió criterio.
A pesar de ello, aprovechó muy bien al Chuzito González, quien se mostró activo y decidido. Luciano metió 3 de 4 en triples y le generó un serio dolor de cabeza al adversario. Desde ya que la propuesta de los cordobeses no duró demasiado y debió cambiar.
Sionista siempre estuvo al frente en el marcador y hasta gozó una ventaja de 12 (48 a 36). Al margen de ello, el local también tuvo sus problemas. Le costó tomar en defensa a un rival que no tuvo prolijidad pero sí mucho movimiento. El uno contra uno y algunos cortes por el eje generaron ciertos inconvenientes como para frenar. A decir verdad, el elenco paranaense no tuvo la misma fisonomía que en los primeros 10 minutos, todo le costó y fue más precario en su andar.
TODO COSTÓ. Peleado y exigido. Lo fue en el primer tiempo y también en el tercer cuarto. Sionista gozó de una buena noche de Pittman, al margen que el moreno se cargó de faltas y tuvo que irse rápidamente al banco.
La falta de serenidad y cierta ansiedad para buscar la canasta le provocaron al local perder precisión y no encontrar la fórmula. A su vez, una defensa que siguió mostrando inconvenientes hizo que Sionista sea fluctuante en su marcha.
Sionista no dejó de estar arriba en el marcador, por momentos por ocho puntos y por pasajes por cuatro. El nivel de juego no fue el indicado, se la ingenió porque en un momento complicado tuvo una interesante racha Lorrenzo Wade. El alero pidió la bola, se hizo cargo de las ofensivas y le permitió a su equipo sostenerse en ganador.
Sionista volvió a ganar el parcial, con actitud y ganas, sin tanto básquet. Fue de 20 a 16 el segmento lo que le significó cerrar el tercer capítulo arriba 73 a 64.
mostró temple. Sionista entró al último cuarto y enseguida sacó la máxima diferencia de la noche. Fue de 77 a 64. Desde ya que, atento al sacrificio del oponente, esta ventaja no fue suficiente como para estar tranquilo. 9 de Julio siempre corrió desde atrás, pero lo hizo mostrándose peligroso y siendo un incómodo adversario.
El dueño de casa entró a los últimos 5 minutos del pleito arriba en el marcador (81 a 71). Interesante diferencia pero para nada definitiva. Una inyección anímica fue el doble y falta sobre Wade, quien convirtió el libre y devolvió una ventaja de 13 tantos.
Los de Río Tercero buscaron descontar con ofensivas rápidas y luego presión defensiva en toda la cancha. En este sentido, el Centro Juventud estuvo astuto para no cometer pérdidas de pelota. El tema que llegó mal parado a sus ofensivas y por eso le costó tener claridad como para convertir.
Todo se complicó cuando 9 de Julio achicó con entusiasmo y se puso a 6 puntos (86 a 80) a 2’40’’ para terminar. Así como el panorama se puso espeso rápidamente tuvo su devolución. Y fue Luis Cequeira el gran responsable. El base metió 5 puntos seguidos que fueron clave. Primero un triple y después un doble en bandeja. El juego quedó 91 a 80 a algo más de un minuto. Ese golpe fue importante para definir el juego y sumar una nueva satisfacción.
Crónica: El Diario de Paraná