Juan, llegó el gran día: comienzan los playoffs de reclasificación ante Argentino de Junín. ¿Cuál es tu expectativa y la del equipo rumbo al arranque de la serie?
Pensamos en ganar, sinceramente no tenemos otra cosa en mente más que ganar este playoff. Obviamente lo hacemos con serenidad, con calma, sabiendo que para avanzar vamos a tener que hacerlo realmente bien contra un gran equipo. Nos costó muchísimo llegar al lugar en el que estamos y esa es nuestra meta al día de hoy. Tuvimos una temporada con muchas lesiones y problemas, por lo que estar ahora con tranquilidad es muy importante. Seguramente jugaremos con mucha más soltura, sin esa presión que teníamos antes por clasificar, y estimo que eso será muy positivo de cara a lo que viene.
Imagino que esta soltura de la que hablás se despertó luego del abultado triunfo ante 9 de Julio en Río Tercero, que significó el pasaje de Bahía Basket a los playoffs por el campeonato…
Sí, absolutamente. De todos modos nuestra cabeza ya venía cambiando desde hacía un tiempo, más precisamente tras el receso con la llegada de Pancho Jasen y Devin Davis. En ese momento, pudimos acomodar las fichas y cambiar la cabeza. Nos convertimos, literalmente, en otro equipo. Pero es cierto que el triunfo ante 9 de Julio, de la manera en la que lo hicimos, nos sirvió para respirar hondo y estar más tranquilos para el futuro. Significó cumplir uno de los objetivos. Nosotros estábamos convencidos que merecíamos estar más arriba pero esto a veces es así. Trabajamos mucho y llegamos a la lucha que queríamos tener, por el premio grande. Estamos muy contentos y espero que eso se note dentro de la cancha.
Se dice que los playoffs son un campeonato aparte, y en Bahía Basket eso se nota a kilómetros de distancia: todo el año sufrieron lesiones y ahora, cuando están a punto de arrancar la segunda ronda, jugarán con plantel completo.
Sí, es importantísimo mantener la salud. Lo digo porque como bien decís nos han pasado toda clase de cosas este año y llegar de esta manera al momento más importante es una bendición. Eso nos fortalece desde la moral, porque tenemos un equipo profundo, con variantes. Estamos pasando un muy buen momento basquetbolístico, porque estamos logrando extender los buenos pasajes a mayor cantidad de minutos durante cada juego. Además, hemos dado un salto evolutivo en defensa. Empieza un torneo nuevo, y si en la serie regular cualquiera le podía ganar a cualquiera, ahora no será la excepción.
Desde un punto de vista personal, has crecido muchísimo en esta edición de la Liga y ahora llega un nuevo desafío: extender tu buen pasaje a una postemporada. ¿Cómo te sentís físicamente y deportivamente teniendo en cuenta que has jugado gran parte de la temporada como único centro?
Físicamente me encuentro muy bien, sin ninguna molestia. En Liga es la primera temporada que juego tantos minutos y la alegría que tengo hace que borre rápido cualquier dolor que surja. Deportivamente estoy feliz por las responsabilidades que me han llegado y espero que pueda seguir creciendo en playoffs, siempre deseando que cualquier cosa personal que se produzca llegue de la mano de lo bueno que le pasa al equipo. Tengo ganas de jugar y dar lo que haga falta, lo que pida el entrenador. Llego muy preparado para los playoffs, física y mentalmente.
Cuando lees o escuchas que podés tener una chance en la selección nacional… ¿Qué te produce internamente?
Es algo que me conmueve, por supuesto. Leer o escuchar algo así, o que te lo cuente algún amigo, es un honor. Para mí situación en particular es gratificante por partida doble, porque la lucha ha sido larga por escalar, desde el TNA hasta este momento. Por lo tanto si algún día tengo un lugar será maravilloso. De todos modos siento que es algo que tiene que ver con el equipo que represento, así que mientras mejor campaña hagamos mejor será para mí. Eso siempre es así, el equipo está primero. De todos modos, aunque me enorgullece escuchar o leer que me están siguiendo para la selección, no es algo que me distraiga. El objetivo son los playoffs con Bahía Basket y hacia eso vamos. Si algún día me toca estar en la selección nuevamente, daré el máximo esfuerzo para cumplir con lo que me pida el entrenador .
¿Qué tan importante fue Bahía Basket -y la ciudad entera- para tu crecimiento? ¿Cómo imaginás tu futuro en la competencia?
Fue el año más importante de mi carrera. Yo venía preparado para volver a la LNB con otro panorama, porque había tenido muchos minutos y protagonismo en el TNA. Estaba más tranquilo desde lo mental y eso es importantísimo para cualquier jugador. De todos modos, fue clave estar en mi casa, con mi familia, y estar en una organización de este tipo con la cantidad de personas que saben de básquetbol y se preocupan por mi evolución. Desde un primer momento me dieron a entender eso, que iban a apoyarme en mi crecimiento, en lo que yo les iba a poder dar en un tiempo y no en el preciso momento de arranque. Pensaron en mí en presente y futuro, y así entrenamos a diario. La confianza que depositaron en mí fue crucial, sobre todo en el momento del corte de Marcus Fizer, con la decisión de dejarme como único centro en el equipo. Quedaron muchos minutos para mí y eso fue clave en mi progreso.
Por último… ¿Cómo imaginás la serie ante Argentino de Junín, que comenzará el miércoles?
Ya tenemos varios partidos jugados contra ellos, por lo que nos sobra material para trabajar la eliminatoria. Los playoffs, como dije antes, son un torneo completamente distinto a la serie regular, pero la química de ambos equipos sigue siendo la misma. Sabemos que ellos tienen dos bases muy importantes y un estadounidense (Kavon Lytch) que se desenvuelve muy bien en la pintura. Juega y hace jugar a los demás. Tenemos claro que Argentino cuenta con una de las localías más fuertes de la Liga, pero estoy convencido que si mantenemos la línea como equipo y mantenemos el foco en el triunfo lo podemos lograr. A partir del miércoles, iremos por ese objetivo.