Al menos hasta hoy, incertidumbre es la palabra que más circula en el campamento de Atenas y que tiene como protagonista a su pivote Fabricio Oberto, quien si bien ayer volvió a entrenarse luego de 10 días de reposo a causa de una lesión (desinserción en el aductor derecho), aún se desconoce si podrá formar parte del equipo que a partir del viernes enfrentará a Lanús en una de las llaves de playoffs de cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol.
“Me siento como si fuese la primera vez que entreno”, le confesó a Mundo D el varillense, quien en la tarde de ayer regresó a las prácticas al polideportivo Cerutti sólo acompañado por el entrenador Martín López y el preparador físico Andrés Darbyshire, pues el resto del plantel tuvo día libre tras el juego de antenoche con Sionista. Luego se sumó el jefe de equipo Ricardo Borsini y el médico del plantel Roberto Giacossa, quien aseguró que el jugador necesita ir despacio y debe ser evaluado “minuto a minuto”.
Más adelante Oberto indicó que hoy, luego del trabajo que hará junto a sus compañeros, será nuevamente evaluado por un médico especialista (Florencio Segura) y allí se determinará si está en condiciones de jugar unos minutos el viernes y/o domingo o si deberá esperar un tiempo más. “La condición para jugar es que tengo que sentirme muy bien, me recomendó el médico”, contó “el Bebé”.
Los movimientos que realizó en el parqué fueron livianos, con y sin pelota, y mechados con elongaciones. “Este tipo de movimientos no son exigentes y no me han provocado molestias, pero hay que ver cuando haya roce y choques, la exigencia es mayor y uno no sabe cómo responderá la zona”, agregó ni bien terminó su fajina de una hora y 20 minutos.
Para “Polo” se barajan cuatro posibilidades para el destino de Oberto para este fin de semana: no viaja; viaja y juega uno; viaja y juega los dos o viaja como asistente técnico. Lo cierto es que hoy se sabrá si forma parte de la delegación que pasada la medianoche partirá rumbo a Buenos Aires, aunque es probable que viaje. Eso le permitirá seguir la recuperación junto al equipo y además ayudar desde el costado anímico a sus compañeros.
Consultado sobre su rival de cuartos, López destacó que Lanús cumple “a rajatabla” el axioma del básquet que dice: “Un base para jugar y un pivote para ganar” (en referencia a Laprovittola y Battle). Y otra palabra que sirve para sintetizar a Lanús, según “Polo”, es su “solidez”.
“Su defensa es muy sólida porque trabaja muy bien en bloque y su ofensiva es prolija, con ataques balanceados y muchas opciones”, explicó.
Informe: Diario La Vos del Interior