“La verdad fue una alegría inmensa. Esas lágrimas fueron por el esfuerzo y los malabares que yo sé que siempre hace mi viejo por Atenas. Hay muchos que prometen y nunca cumplen. Pero él siempre está ahí. Además, aparte de jugador y dirigente, somos hinchas. Tuvimos que escuchar que hasta nos ponían con posibilidades de descender. Se nos dio con un caño. Pero esta es una demostración de lo que significa este club”, le dijo Bruno Lábaque a LA MAÑANA mientras descansaba de una seguidilla mortal de juegos y disfrutaba del partido de Eliminatorias entre Bolivia y Argentina.
“Teníamos una presión inmensa y sabíamos que en un quinto juego de playoffs podía pasar cualquier cosa. Los nervios y el cansancio jugaron su papel también, se sintió muchísimo. Nadie dice que tenemos dos jugadores menos, sólo tres internos y que todos debemos redoblar esfuerzos. Eso cuenta y engrandece el corazón que pone este plantel por la camiseta”, agregó.
Ahora comienza una nueva historia…
Sí. Eso genera una alegría inmensa. Hay que rogar que Fabri (Oberto) se recupere, y eso nos potenciará mucho más. Tanto para nosotros como para el rival, saber que está en el banco y con posibilidades de entrar genera motivaciones. En cambio si te das vuelta y sabés que no entra decís ‘La puta… cómo puede ser’. Ahora, estoy seguro que ningún equipo se quiere cruzar con Atenas.
A Lanús no le queda otra… ¿Cómo ves la serie?
Va a ser muy dura. Es un equipo largo con muchos jugadores experimentados. Tienen un gran perímetro y un grande desequilibrante como (Robert) Battle. Es un equipazo, y ya lo demostraron. Igual, nosotros no debemos pensar en Lanús sino en nosotros y en hacer las cosas bien. No nos quedamos acá. Somos Atenas y vamos por más.
Tendrán un desafío extra que es ganar sí o sí de visitante para meterse en semifinales (ganaron 1 de los últimos 14).
Es el gran desafío que tenemos pendiente desde hace meses. Sería ideal poder ganar afuera y despejar todos esos fantasmas.
Entrevista: Javier Ciani – Diario La Mañana