Domingo Robles, Presidente de Peñarol de Mar del Plata, confirmó ayer que el próximo superclásico Peñarol-Quilmes por la Liga Nacional de Básquetbol no podrá jugarse en el estadio Luna Park de Capital Federal.

El partido, correspondiente a la duodécima fecha de la primera fase, debe disputarse el 9 de noviembre, pero no en el Polideportivo «Islas Malvinas» a raíz de los preparativos para jugar allí la final de la Copa Davis entre el 21 y el 23 de noviembre.

Tampoco puede jugarse en el estadio de Once Unidos por disposición del Coprosede y, en consecuencia, debe salir de Mar del Plata.
«Lamentablemente, no hay fechas para jugar en el Luna Park. Y, de momento, no tenemos otras alternativas. Habría que ver si se puede reflotar la posibilidad de ir al estadio de Estudiantes de Olavarría, pero honestamente no tengo la menor idea sobre dónde podría jugarse el clásico. Esto fue otro cachetazo más para nosotros», se lamentó ayer Robles.

El presidente reiteró que, aunque el último fin de semana en Once Unidos se jugó a pérdida «tenemos 600 ubicaciones que no podemos vender, la de los abonados, y sólo sobran apenas ciento cincuenta butacas para hacer algo de caja», explicó, no hay chances a la vista para salir del escenario de Parque Luro mientras dure el impedimento de utilizar el Polideportivo.

Robles fue más allá y sostuvo que está en riesgo la presencia de Peñarol en la Liga de las Américas, defendiendo el título que logró en Mexicali en febrero de este año. «Todos estos inconvenientes económicos ponen en riesgo nuestra participación en la Liga de las Américas. La única posibilidad que veo de intervenir es si Peñarol organiza un cuadrangular de primera fase. De lo contrario, se nos pondrá muy difícil. Pero, por supuesto, sólo podremos postularnos si contamos con el Polideportivo. Y nuestro cuadrangular se jugaría para el 12 de diciembre. Aparentemente, el estadio ya estaría disponible para esa fecha, pero necesitamos saberlo con certeza», finalizó.

Diario La Capital