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Sergio «Oveja» Hernández será el entrenador de la Selección Argentina de Básquetbol por un nuevo período. El coach continuará con el régimen part-time, que hoy le permite dirigir a Peñarol de Mar del Plata en la Liga Nacional. Julio Lamas será tentado para continuar como asistente. El anuncio oficial será el próximo viernes en la […]


Sergio «Oveja» Hernández será el entrenador de la Selección Argentina de Básquetbol por un nuevo período. El coach continuará con el régimen part-time, que hoy le permite dirigir a Peñarol de Mar del Plata en la Liga Nacional. Julio Lamas será tentado para continuar como asistente. El anuncio oficial será el próximo viernes en la sede de la Confederación Argentina.

Cada vez que pide un tiempo muerto, Sergio Hernández se toma unos cuantos segundos antes de expresar sus ideas. Esa es una marca de su estilo, que parece traslucirse también fuera de las canchas.

Hernández había pedido tranquilidad para pensar la propuesta que Germán Vaccaro, vicepresidente de la CABB y principal encargado de las negociaciones con el bahiense, le había lanzado a poco de su regreso de Beijing. El recuerdo de la medalla de bronce estaba fresco, y el coach no quería ser recontratado sólo por los resultados obtenidos. Buscaba, además, el reconocimiento a su trabajo de años, que se consolidó y fue reconocido por la gran prensa y los dirigentes, aun con reticencias, recién a partir del Preolímpico de Las Vegas en 2007.

Los resultados pesaron en la decisión de volver a ofrecerle el cargo. El Oveja es el único técnico de la historia de la Selección albiceleste que obtuvo todos los títulos regionales durante su gestión, nunca bajó de semifinales en los torneos oficiales que disputó y puso a la Argentina al tope del ránking mundial, por encima de Estados Unidos y España. Pero también fue determinante el tan mentado «gesto de grandeza» que implicó convocar a Julio Lamas para que lo asistiera en los Juegos Olímpicos, y una recompuesta relación con los jugadores más importantes del combinado nacional. Cuando los rumores de un mal clima, hasta destitutorio, cobraban fuerza, el conductor cerró filas y demostró finalmente que el grupo estaba unido en el objetivo de subir al podio.

Es así que en el Mundial de Turquía 2010, Sergio Hernández comandará una vez más al equipo, con el objetivo de obtener el título que le ha resultado más esquivo a nuestro país. Si persiste con esta línea de trabajo, seguramente le será ofrecida la continuidad para los Juegos de Londres 2012. Y él, otra vez, pensará con detenimiento la propuesta.

E.T. (www.InfoLiga.com.ar)