“Todo concluye al fin, nada puede escapar, todo tiene un final, todo termina”, dice el estribillo de “Presente” canción mítica del rock nacional, acaso la mejor frase para definir lo que pasó este jueves por la noche, cuando Peñarol, con todo lo irregular que fue a lo largo de esta liga, luchó hasta el último segundo ante un rival, ordenado que supo explotar las falencias de un golpeado tricampeón, que tenía a su As de espadas, Leonardo Gutiérrez, en inferioridad de condiciones, para con mucho trabajo, no solo eliminarlo tras cuatro finales consecutivas, sino que además conseguir por primera vez en su historia el pasaporte a la serie decisiva, al derrotarlo 65-60.
La figura en el conjunto de Santander fue Adrián Boccia (19 puntos, clave en los tres primeros cuartos donde el Granate sacó la diferencia, sumado a Prato (17 puntos) y Mc Farlan (9 puntos), quienes aparecieron en un momento picante del último parcial, cuando Peñarol iba con lo que tenía. Por el lado del milrayita los 16 puntos de Facundo Campazzo no alcanzaron para llegar a la quinta final consecutiva y estirar la leyenda de este glorioso equipo.
El inicio del juego mantuvo la dinámica de los cuatro anteriores, muchos errores, férreas marcas y bajo goleo, ante ese panorama, quien logro imponer su ritmo fue el dueño de casa, que a partir de su base, Nicolás Laprovittola y Adrián Boccia, marcaron la diferencia, ante un muy errático Peñarol, que sufría el bajo porcentaje desde larga distancia (1/10 en triples en el primer cuarto), sumado a no tener en optimas condiciones a Leonardo Gutiérrez, por eso en esos diez minutos iniciales el granate sacó una brecha de 8 puntos, 17-9.
En el segundo parcial, dos puntos de Mc Farlan y un triple de Prato, estiraron la ventaja a 13 puntos (22-9), ante un desconcertado milrayita, que recién pudo cortar la sequía con una extraña jugada, ya que Leiva tomó el rebote defensivo, vio que no tenía opción de pase para con los que habitualmente suben la bola, asumió la responsabilidad, se la pasó a Giorgetti, quien encaró al aro ante una defensa que retrocedía. Una ráfaga de cinco puntos, acercó a los marplatenses a 3 puntos (24-21), sin embargo nuevamente la visita cayó en una laguna, el local lo aprovechó, con un Adrián Boccia que comenzaba a erigirse como figura, y en un abrir y cerrar de ojos, volvió a sacar una luz de 9 puntos, para irse al descanso largo ganando, 32-23.
Los números finales de esa primera mitad eran todo un síntoma de cómo venía la noche para Peñarol, ya que cerró esos dos primeros parciales con 5/16 en dobles, 3/18 en triples, 4/6 en libres, 6 perdidas y 19 rebotes.
Con esa estadística desfavorable, Peñarol salió decidido a dar batalla en esos 20 minutos finales y con un Campazzo arrollador, pudo acortar la brecha a 4 puntos (34-30), pero Boccia, estaba incontenible en ofensiva, doblegando la marca de Mata o Gutiérrez con una variedad de tiros, que eran un mazazo en el orgullo del tricampeón. A pesar de esto los de Sergio Hernández, no se rindieron, obedecieron a su coach, quien les sugirió en un tiempo muerto, que se dejaran de pelear y se pusieran a jugar al básquet y así entraron al cuarto de la verdad abajo por 7 puntos, 51-44.
El último cuarto fue intenso, con los nervios a flor de piel, el milrayita estuvo siempre a tiro para dar el zarpazo, pero sin dudas no era la noche, porque erró como nunca desde lugares donde habitualmente no falla, sus perimetrales como nunca en estos cuatro años no fueron solución, ante un más errático Lanús, que dominado por la presión lógica de estar a un paso de su primera final de liga, no sabía cómo cerrar el juego.
En los segundos finales, Selem Safar parecía devolverle la magia desde la zona de tres al convertir un triple y sacarle la quinta falta a Laprovittola, poniendo a su equipo a un punto (61-60). En la reposición, ya sin su conductor, el granate, desconcertado sacó un tiro apresurado y quien instantes antes había sido el héroe, Safar, se transformó en villano, al cometerle falta a Prato con 4 segundos en el reloj de posesión, el alero convirtió los dos libres. Sergio Hernández, pidió minuto para ir por el empate, que finalmente no fue, ya que Safar se quedo corto con su lanzamiento a distancia y en la salida Prato definió el pleito desde la línea tras la infracción de Campazzo.
El 65-60 final a favor de Lanús, le dio por primera vez el pasaporte a la serie decisiva al conjunto de la zona oeste de la Capital Federal, con lo cual habrá nuevo campeón, no solo porque no esté Peñarol, monarca en las anteriores tres ediciones y finalista en las últimas cuatro, sino que tanto Lanús como su rival a partir del próximo lunes, Regatas Corrientes, no habían llegado nunca a esta instancia de la Liga Nacional de Básquet.
Síntesis:
Lanús (65): Laprovittola (10)(X), Schattmann (0), Boccia (19), Mc Farlan (9), Battle (6) (FI); Giorgi (4), Pérez (0), Martina (0), Prato (17). DT: S. Santander.
Peñarol (60): Campazzo (16), Teague (3), Mata (6), L. Gutiérrez (8), Leiva (7) (FI); Safar (11), Giorgetti (2), Rasio (0), Ibarra (2), Tischer (5) (X). DT: S. Hernández.
Parciales: 17-09, 32-23, 51-44, 65-60.
Árbitros: Chiti – Rodrigo – Vitto.
Estadio: A. Rotili (Lanús).
Crónica: Alejandro Maldonado Casamajor.
En Twitter: @alemaldonadopd
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
Twitter @infoliga