Manteniéndose firme en sus convicciones, Juan Espil, director deportivo de Bahía Basket, profundizó los motivos que impidieron la continuidad del juvenil Gonzalo Torres para la próxima edición de la Liga Nacional.

“El valor del mercado lo pone el jugador con más proyección del país, dicho por todos, que es (Juan Pablo) Vaulet (quien fichó para Libertad). Estudiantes estaba en su derecho de poder recibir otra oferta. Gonzalo dijo que no hicimos fuerza por él. Pero si a los 18 años priorizás el dinero, me parece que estás equivocado o, al menos, mal asesorado, al menos así pienso yo”, señaló Espil.

“El esfuerzo lo tienen que hacer los chicos. Al menos –comparó– fue una premisa en mi carrera”.

¿Era mucha la diferencia respecto de la oferta que le hizo Alianza Viedma?
No lo sé. A su agente le pasamos una oferta similar a lo que ganan los juveniles en general y un contrato de tres años. El acuerdo con Estudiantes era después de ese período quedarnos con el pase o bien con la mitad, en caso de una hipotética venta al exterior. De todos modos, Estudiantes iba a priorizar lo que quisiera el jugador y, evidentemente, no le importaba quedarse.

¿Considerás que los jóvenes priorizan cada vez más el dinero sobre lo deportivo?
Una cosa son los jugadores mayores y otra los juveniles. Si un juvenil prioriza el dinero, realmente no me interesa como jugador. Puedo contar mi experiencia, siendo un tipo humilde que pensaba en jugar mejor cada día. El dinero llega solo. Una lástima en el caso de Gonzalo, porque él me había manifestado que tenía muchas ganas de quedarse. De todas maneras, está en todo su derecho. Es más, puede pensar que va a estar mucho mejor. Nosotros queríamos que se quedara. Acá iba a jugar.

¿Tener presupuesto corto los hace vulnerables como organización al momento de arreglar?
Los juveniles que tenemos aceptaron lo que le propusimos. No entramos en ningún tipo de negociación.

¿Hubo buena predisposición por parte de la dirigencia de Estudiantes?
La dirigencia fue clara, nos dijo que querían respetar lo que el chico decidiera y que pretendían un reemplazo para él, quien se sumaba a la baja de (Franco) Pennacchiotti para el torneo local. Querían conseguir mediante un pase a préstamo, por este año, una cifra similar a lo que podía llegar a ganar un jugador para el torneo local.

¿Fue en buenos términos?
–Por supuesto. También me llamó la dirigencia de Viedma. Tal vez a ellos les cerró más pagar un préstamo por un año. Nuestro objetivo era tener a un jugador con proyección para que en tres temporadas fuera titular, con 21 años. Respeto su decisión, no la comparto. Cada uno elige su camino.

–¿La idea es seguir potenciando el “proyecto jóvenes talentos bahienses”?
–Sí. Por supuesto que hay que hablar con los clubes y absorber dos o tres chicos del plan de becas para ir conformando la cadena. Lo que pasa que todavía son muy chicos.

¿Y Chaves?

–¿Evaluaron en algún momento quedarse con Lucas Chaves, que finalmente se fue a Lanús?
–Estuvo entrenando con nosotros, incluso cuando yo todavía jugaba. Lo hablamos y todos estuvimos de acuerdo con que es más dos que uno. En la posición de escolta tenemos a Lucio (Redivo). Estamos convencidos de que es el mejor y lo tenemos fichado por tres años. Por eso nos parecía tonto traer otro jugador en ese puesto.

Ya pasó

–¿Pasado el tiempo se aclaró la salida de Lucas Faggiano?
–No, pero ya está. En su momento yo también me fui de Bahía. Por ahí, la forma no fue clara, pero fue una decisión de Lucas (arregló con Boca) y la respeto.

Muy alto

–¿A Juan Torres (jugará en Macaé de Brasil) fue imposible igualarle la oferta?
–No se puede competir con un equipo que paga en dólares. Y me puso bien lo que logró. Cuando lo sumamos, venía de jugar bien en el TNA, pero anteriormente no le había ido bien. Acá se potenció.

“No podemos traer ninguna figura”

–¿Les preocupa tener un solo jugador de Bahía, básicamente por una cuestión de imagen?
–Nuestra intención siempre fue tener jugadores de Bahía. Y estoy seguro de que los habrá en dos o tres años. Hay chicos que están trabajando muy bien y vienen con muchas ganas.

–Aprovechando que no estará el peligro del descenso, ¿la intención es sumar jugadores con algo de proyección en lugar de apilar mayores?
–Seguro. El año pasado tuvimos varios veteranos y no nos fue como pensábamos, esa es la realidad. Ahora es un cambio de rumbo. Aprovechando esta situación, creo que nos convertiremos en formadores de jugadores. Los chicos deben seguir a los cuatro o cinco mayores con talento y proyección. Tenemos que cuidarlos y educarlos para que sumen buenos hábitos y que sean mejores jugadores.

–¿El presupuesto los limita mucho al momento de armar el plantel?
–Sí, claro. No podemos traer ninguna figura. Acá habrá cuatro equipos que pelearán por el título y el resto estaremos en las mismas condiciones. Se está armando como en las ligas europeas. Cuando se creó el proyecto la idea era que, en el cuarto año, se pudiera formar el mejor equipo, a partir de un crecimiento importante del presupuesto. Nos hacemos cargo de la equivocación. No hay que buscar excusas. Debemos ser realistas y hacer hasta donde uno puede. Acá, en esta Liga, hay solo cuatro o cinco jugadores que te llevan al campeonato. Al resto tenés que hacerlos sentir bien, dándoles las herramientas como para que sean mejores.

Entrevista: Diario La Nueva Provincia