Un poco de historia
En el año 1933, en el barrio de Las Morochas, actuaba un modesto club llamado «Imperio Británico», que tenía su sede en la calle que llevaba su mismo nombre y que hoy se denomina Malvinas Argentinas. En el club no todos compartían la afición por el fútbol, ya que muchos se inclinaban también por el básquetbol. No había entendimiento. Por esos años, el básquet, decían, “no era un deporte para varones”. Cuando el básquet comenzó a comandar las preferencias mayoritarias en la entidad, varios socios se retiraron, manifestando su disconformidad. Los asociados querían darle otra denominación al club, que fuera más representativa, más criolla y por eso eligieron un nombre simple, pero bien significativo: «Argentino».

La asamblea se hizo en la casa del peluquero del barrio don Victorio Bocassi; ya con el nombre puesto y un grupo de amigos apoyando al básquet.

El 1º de octubre de 1935 se registró la fundación oficial del Club Atlético Argentino. La primera tarea de la flamante comisión, encabezada por el propio Bocassi, e integrada por Raúl Donato, José Petraglia, José de la Sota, José Bondonno y Horacio Fernández, entre otros, era la de encontrar un lugar adecuado para la práctica del básquet. Se habló con don Agustín Nuozzi, que era propietario de unos terrenos ubicados en la esquina de Alsina y Paraguay. El lugar finalmente se alquiló en 12 pesos mensuales. Una vez concluida la elección del terreno, con la voluntad y la ilusionada generosidad de directivos y simpatizantes, se comenzó a trabajar para llevar adelante la obra. El vecino Daniel Schultz donó el alambre para los cercos, la Municipalidad entregó las tres columnas que eran necesarias. El agua para la construcción venía de la casa de un vecino, don Ángel Totaro. El piso de la cancha se hizo de polvo de ladrillo y junto a ella, se levantó una pequeña habitación que hacía a veces de vestuarios, cantina y secretaría. Faltaban los tableros. Entonces, don Victorio Bocassi donó un anillo de oro, que fue sorteado en una rifa y a partir de allí se pudieron comprar los dos tableros, a un precio de 35 pesos cada uno de aquellos tiempos. Finalmente, el miércoles 28 de diciembre de 1938 se inauguró la flamante cancha de básquet y esa noche se jugaron los siguientes partidos: Sarmiento-Gimnasia y Esgrima (Cadetes); Los Indios-Argentino (Segunda) y Ciclista-Sportman (final de primera división).

La obra progresó y el crecimiento institucional no decayó en ningún momento. Con la necesidad de contar con un local propio, en el año 1941 se compraron tres lotes ubicados en Alsina y Almirante Brown. Con el esfuerzo de los asociados, que cada vez eran más y los directivos, el miércoles 15 de febrero de 1950 se decidió inaugurar la «canchita», un verdadero gimnasio. Ese día Argentino jugó con Ciclista.

Se hizo necesario, en todo caso, refrescar como fueron sus comienzos. Luego de transitar durante años el torneo local y algún regional de clubes, a partir del año 1997 en la gestión del Presidente Osvaldo Caliri, comenzó una etapa de crecimiento deportivo e institucional, es así que en 1998 obtiene el Campeonato Provincial de Clubes de la Provincia de Buenos Aires en un equipo formado por jugadores del club, más algún refuerzo, dirigido por Cristian Márquez, accediendo así a jugar la Liga C, torneo que se logra en un recordado partido frente a River Plate en su microestadio frente a más de 500 hinchas turcos. En octubre de 1999 inicia su participación en la Liga Nacional B, haciéndose necesaria la instalación del piso flotante. En su única participación obtiene el subcampeonato perdiendo la final con el otro equipo ya ascendido que fue Belgrano de Tucumán. En el año 2000, juega el Torneo Nacional de Ascenso, categoría que mantendrá hasta el ascenso del año 2003. En esta etapa elimina a Ciclista en la serie de cuartos de final 3 a 0. Asciende, pese a perder la final con Central Entrerriano. A partir de 2003 juega en la Liga Nacional de Básquet, inaugurando el Estadio Héctor Matrero D’annunzio ubicado en la Cúpula de la Sociedad Rural de Junín. Su mejor ubicación fue 9º. En el año 2006 desciende al TNA, categoría que jugó hasta 2010 que salió campeón retornando a la LNB por una sola temporada. Tras militar una temporada en la segunda categoría del básquetbol Argentino, el 25 de mayo de 2012, logra el ascenso luego de vencer a Oberá Tenis Club en la serie por tres a cero, tras haber perdido la final con Unión Progresista de Villa Ángela. Con este ascenso, Juan Cangelosi se convirtió junto a Pablo Martínez, ambos de las inferiores del club, en los jugadores con mayores ascensos en la historia.

Tiempos actuales
El club Argentino vive momentos muy intensos. Es que viene de realizar una estupenda tarea en la Liga Nacional donde culminó en la pasada temporada en la quinta colocación. De la mano de Adrián Capelli y un grupo de jugadores que dieron todo por la camiseta “Azul”, el elenco juninense entrenó en historia de la LNB.

Con lo realizado en la edición 2012-2013, le permitió clasificar a la Liga Sudamericana en un hecho único e histórico ya que será la primera vez que el club y un equipo de nuestra ciudad sale del país para jugar este tipo de torneos.

El aniversario llega en un momento justo, donde la familia argentinista festejará y brindará por los momentos pasados y por los éxitos que están por venir.

Los sacrificados comienzos de Argentino
Desde octubre de 1935, en Alsina y Paraguay, y luego en Alsina y Brown, han desfilado grandes dirigentes, grandes jugadores y grandes amigos.

Una portada modesta en el numero 147 de Almirante Brown, en pleno centro del barrio “Las Morochas”. Hay allí un refugio tranquilo y confortable, un ambiente familiar que se anima en la cancha de básquet hasta tornarse bullanguero y que luego retoma su señorial apostura en el cómodo salón.

Concluída la jornada de labor de activos comerciantes, obreros, ferroviarios, albañiles, carteros, olvidan por un instante sus preocupaciones y conversan, unas veces para evocar tiempos pasados, otras para homenajear con un asado a algún amigo que se despide de la vida de soltero o bien en otras para algún muchachito que se va a cumplir con el servicio militar. Y así todas las noches, hasta pasadas las dos de la mañana.

En las horas de la mañana hay en el club una tranquilidad absoluta. Todo parece reposar y es donde el que escribe se inspira para hacer estas líneas, y con unas ganas de charlar con el cielo, quizá para agradecer lo mucho que trabajaron para el club hombres como Victorio Bocacci, Vicente Petraglia, José Lorenzo, Sendín y muchos más…

Yo tendría que poner mucho en orden en mis recuerdos para no olvidarme el nombre de algún colaborador del glorioso club, lleno de amor, deporte y poesía. Han pasado tantos años y hay tantos nombres.

Allá, por el 1 de octubre de 1935 el básquet de Junín no tenía auge. Reunir 50 personas en un partido era un éxito de taquilla y deportivo.

Por eso nuestro eterno agradecimiento a los jugadores y visionarios de aquel tiempo, como nuestro querido Don Victorio, los Bondonno, los De Bischop, los Bruno, Angelito Martínez, Saladito, Delio Nigro, Salomón, Fernández, Federico Quintanal, Chemile y algunos más a quienes mi memoria les pide indulgencia.

¡Cuantos recuerdos de la vieja canchita de calle Paraguay, la cancha madre de Argentino! Esos partidos nocturnos, pero sin instalaciones eléctrica. Total las marcaciones de aquel tiempo no eran tan estrictas o quizás porque los muchachos también tenían mucho amor al club y respeto a la bohemia deportiva.

Años después, en 1939, el club crecía y había que dotarlo de mejores comodidades y se miró la meta cerquita, porque todos tiene que ser así. Argentino puede ser de todo un pueblo, de toda una provincia, de toda una Nación, pero tiene que estar donde nació: en un barrio de obreros, de tango y poesía. Es decir, en “Las Morochas”.

Cuántas luchas para pagar esos lotes, cuántos hombres trabajaron 8 y 10 horas diarias. Sí, muchos, muchísimos, que sería una tarea engorrosa nombrarlos a todos.

El club se agrandaba día a día, pero faltaba algo…Sí, tras mucho esperar y bregar llegó al fin el primer campeonato oficial, en 1858. Fe una noche inolvidable. Si me parece estar viendo dos abuelos del club: Don Federico Quintanal y Don Vignolo. ¡Que abrazos y qué lagrimas! Sus hijos habían contribuido a ser campeones. Después, al año siguiente, de nuevo los diarios locales amanecieron con esta leyenda: “Argentino nuevamente gran campeón”. Sí, justamente, gran campeón, por eso quiero dar nombres del primer campeón: Toto Petraglia (“El Gritón”), Angelito Chemile (un jugador que no nació para la tapa del Gráfico pero se la ganó, que es lo mismo), Beto Vignolo (el jugador más caro del club: tres naranjas por un partido), el Flaco Scala (lungo de físico y mente), Pelusa Quintanal (el del pelo feo, pero de alma linda), Luisnor Quintanal (para nosotros “Cara de Bollo”), Ciotti (un muchacho de muy lejos, que se coló bien adentro del corazón de los argentinistas), Antonio Bianco (todo calidad y garra), Macho Curá, Molina, Barbagallo, Darío Botazzi y el Matrerito Danunzio (en el segundo campeonato). Y dos palabras para Coco Nigro: ¡a estudiar Coco, a estudiar!

A todos ellos y a todos, la llama eterna de nuestro agradecimiento.

*Por Natalio Nigro

Ex jugador y ex dirigente

13 presidentes “Azules”
Desde 1935, año de su fundación, hasta la fecha, fueron 13 los presidentes de Argentino, índice elocuente de la coherencia institucional de la prestigiosa entidad de “Las Morochas”. Algunos de ellos, como los casos de Luis Chemile y Eduardo Pagano, tuvieron un prolongado desenvolvimiento al frente del club. Este es el detalle completo:

1935/41: Victorio Bocassi.
1942/43: José Lorenzo.
1944: Eduardo Horane.
1946: José Lorenzo.
1947/53: José Santos Pierre.
1954: Osvaldo Lorenzo.
1955/56: José Bondonno.
1961/62: Osvaldo Lorenzo.
1963: José Bondonno.
1964/80: Luis Chemile.
1980/94: Eduardo Pagano.
1995/2003: Osvaldo Caliri.
2003/2007: Diego Quintanal.
2007/2013: Germán Lambrisca

Informe: Daniel Poggi – Prensa Argentino de Junín