Gimnasia y Esgrima de Comodoro venció anoche 81-66 a Lanús como local, por el adelanto de la 8ª fecha de la segunda fase de la Liga Nacional de Básquetbol, y volvió a acercarse al líder Atenas, al menos de manera transitoria.
Los comodorenses llegaban con dos derrotas consecutivas, luego de ocho triunfos al hilo. Ahora volvieron a acercarse transitoriamente al líder Atenas. El “Granate”, que venía de ganar dos partidos sucesivos, continúa lejos de la cima. El cuadro de Casalánguida retornará a la acción recién el 4 de enero, cuando visite a Quimsa.
El equipo que dirige Nicolás Casalánguida necesitaba recuperarse de dos derrotas consecutivas fuera de casa -ante Libertad y Ciclista Olímpico-, luego de ocho triunfos al hilo, y lo hizo en un partido reñido, más allá del resultado final.
Gimnasia terminó el año demostrado que es uno de los equipos que se hace muy fuerte cuando juega de local, ya que en lo que va de la temporada perdió sólo dos encuentros en casa, ambos en la primera fase.
Los comodorenses llegaron a ganar anoche por diez puntos en el primer cuarto, pero en el segundo -repleto de faltas y desprovisto de efectividad desde ambos lados- la visita creció con Terrell Taylor como abanderado y pudo acercarse a un tanto. Sin embargo, el anfitrión, más allá de que tuvo muchas pérdidas, logró irse al descanso con una ventaja de siete puntos.
En el tercer cuarto se evidenció la levantada de Gimnasia, que con tres triples seguidos sobre el final (uno de Mariano Franco y dos de Gary Buchanan) pudo irse al último cuarto con una diferencia de diez tantos.
En la parte final del encuentro, el elenco de Casalánguida confirmó su despegue, sobre la base de su efectividad (Diego Romero se despertó definitivamente) y de la seguridad a la hora de defender. El “Verde” terminó ganando cómodamente, en un partido que se le había presentado “chivo” ante un “Granate” que erró demasiado en el último cuarto.
Diario El Patagónico