En un partido para el infarto, donde Quilmes termino jugando sin internos naturales por faltas y por la lesión de Diego Romero, pudiendo en tiempo suplementario derrotar agónicamente a Boca, 70-68, consiguiendo su cuarto triunfo consecutivo en igual cantidad de presentaciones en casa, hilvanando luego de seis fechas disputadas un record de 4-2, para liderar la Zona Sur de la Liga Nacional de Básquet.

Ambos equipos presentaron sus armas desde el inicio del pleito, y en esa dinámica, quien salió favorecido fue el local, que en base a la presión defensiva hizo perder seis balones a su rival, sin embargo, la falta de efectividad de sus hombres, en especial Baxley, que por momentos “pecaba” de egoísta en busca de sus puntos, hacía que el “tricolor”, debiera esperar hasta el final del parcial para sacar una pequeña luz de seis puntos, 17-11, pero sumaba un problema, Federico Marín en ese cuarto inicial ya acumulaba dos faltas personales.

Leandro Ramella optó en el arranque del segundo periodo darle descanso a Sahdi, mas tuvo que cambiar de idea velozmente, ya que el xeneise, cargaba sobre la salida de Lucas Ortiz, improvisado base, hasta que Vildosa se recupere de su lesión, así las cosas, en una ráfaga, no solo empató el encuentro, sino que lo dio vuelta para irse al descanso largo arriba por cuatro, 29-33, con la certeza de que no era la noche del norteamericano del “cervecero”, quien al cabo de esa mitad tenía 2 puntos (1/5 en dobles) y donde Mario Ghersetti, también llegaba a su segunda falta personal.

Intensidad defensiva propuesta por Quilmes, era la principal arma del dueño de casa, que a partir de esa actitud en la marca, lograba atacar de la manera en la que más se siente cómodo, que es corriendo, por eso luego de ir durante gran parte de ese capítulo abajo en el marcador, pudo gracias a la buena producción en ofensiva de Marín, Baxley y Maciel, con 6, los dos primeros y 8 puntos el restante en ese segmento, sumado a una “chiquilinada” de Lucas Faggiano, quien protestó en exceso un fallo arbitral, ganándose una falta técnica, que le permitió al “cervecero” recuperar el dominio del scorer, entrando al cuarto de la verdad arriba por siete puntos, 52-45, pero con el karma de tener con cuatro faltas a Ghersetti y con tres a Marín y Gallizzi.

Los diez minutos siguientes fueron, poco menos que vibrantes, porque los de Duro de manera inteligente, cargaron su ofensiva en el poste bajo, consiguiendo sacar del juego primero a un joven Tayavek Gallizzi, quien una vez más dio la talla ante un rival riesgoso como este Boca y sobre el cierre al experimentado Mario Ghersetti, por lo que el dueño de casa terminaba el encuentro con Sahdi, Ortiz, Marín, Piñero y Maciel; y con el marcador en contra, 58-60, a falta de escasos 25 segundos en el reloj.

La última bola de ese periodo regular, fue impensada, porque tras una gran defensa, el entrenador Ramella, pidió minuto y al regreso, volvió a mandar al campo de juego a Baxley en lugar de Ortiz, y en una noche que venía muy magra en lo personal, el nacido en North Carolina, tomó el balón, consumió los segundos necesarios ante la marca de Safar y en el momento indicado con la determinación de quien se sabe distinto, disparó, metiendo un triple que hizo explotar el estadio Once Unidos, al poner en ventaja a Quilmes por la mínima, 61-60.

En la reposición, Boca se la dio a Battle, quien encaró hacia el aro consiguiendo la falta, que le permitía, en caso de encestar los dos lanzamientos, quedarse con el triunfo, pero el americano nacionalizado, falló uno de sus dos intentos, por lo que el juego se iba al suplementario empatado en 61 puntos por bando.

Los capitalinos volvieron a arrancar mejor el juego, con la misma tendencia, tratar de dañar en el poste bajo, sobre todo cuando Marín, el otro complicado con faltas, llegaba a su quinta personal, obligando al dueño de casa a poner en cancha a todas sus fichas mayores. A pesar de ese problema, Ramella y sus muchachos, dieron una tremenda muestra de carácter, apoyados en el enorme trabajo en ambos postes de Maximiliano Maciel, a las postres goleador del encuentro con 20 puntos, de Facundo Piñero, quien se inventó de pivote para “fajarse” en una lucha desigual con Battle, de Fabián Sahdi en la conducción, para salir indemne de esa situación y ponerse al frente en el marcador 70-68, con menos 12.6 segundos por jugarse.

El cierre, nuevamente estuvo cargado de tensión y suspenso, porque la visita con apenas una posesión de desventaja, cortó con falta a Ortiz, y el nacido en Temperley, y surgido de las divisiones menores de Boca, que hasta ahí había tenido una correcta actuación, marró de manera impensada ambos lanzamientos, Cequeira buscó a Battle, quien cuando encaraba hacia el aro, fue sorprendido por Ortiz, quien se redimió de su fallo, al robarle la pelota, dándole de esa manera el triunfo a Quilmes, desatando la locura en un estadio de Once Unidos colmado.

Con esta victoria, el “tricolor” no solo mantuvo el invicto en casa, sino que además logró treparse a la cima de la Zona Sur de la Liga Nacional de Básquet, con un record de 4-2 y viajará la semana entrante a Capital Federal, para enfrentar a Obras Sanitarias, el miércoles 30 desde las 19.30 horas y a Boca, el sábado 2 de noviembre desde las 20 horas, con el ánimo bien alto, en busca del primer triunfo fuera de casa, que le permita seguir alimentando la ilusión.

Síntesis:
Quilmes 70 (61): Fabián Sahdi 7, Walter Baxley 13, Federico Marín 14 (X), Maxi Maciel 20 y Mario Ghersetti 6 (X) (FI); Facundo Piñero 6, Lucas Ortiz 2 y Tayavek Gallizzi 2 (X). DT: Leandro Ramella.

Boca Juniors 68 (61): Luis Cequeira 4, Selem Safar 11, Federico Aguerre 0, John De Groat 15 y Robert Battle 16 (FI); Lucas Faggiano 7 (X), Alejandro Diez 4, Marcos D´Elia 4, Patricio Prato 7. DT: Carlos Duro.

Parciales: 17-11, 29-33, 52-45, 61-61 y 70-68.
Árbitros: Alejandro Chiti – Leonardo Mendoza
Estadio: «Once Unidos» (Mar del Plata).

Crónica: Alejandro Maldonado Casamajor @alemaldonadopd – Especial para InfoLiga
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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