Si se volviera tiempo atrás, en plena pretemporada, el escolta Leonel Schattmann -26 años, oriundo de Carmen de Patagones y ex jugador del subcampeón Lanús- volvería a repetir que viene a formar parte de un plantel que es como una “máquina”, donde cada jugador es un “engranaje” que debe encontrar la sincronía justa con los demás para que el sueño empiece a funcionar.
Y el viernes, en el Socios Fundadores, Gimnasia Indalo consiguió un paso importante ante Peñarol de Mar del Plata -candidato siempre vigente en la Liga Nacional- cuando lo venció 88-81 con Schattmann como goleador con 24 tantos.
“La verdad que viene muy bien el triunfo ante un rival que sabíamos que iba y es muy difícil y complicado de vencer. Por ello desde el vamos en el comienzo de la semana ya había una expectativa especial para recibir a Peñarol”, sostuvo Leonel en diálogo con Diario Patagónico.
Y en la antesala, Leo también se hizo cargo de su lugar como “mayor” en un equipo de sangre joven. Mucho más teniendo en cuenta que con Lanús nunca le habían ganado a Peñarol, hasta que los dejaron afuera en los playoff.
“Gonzalo García es el entrenador y quien lleva el mando del equipo. Fue él que hizo hincapié en lo que significaba ganar este partido. Por mi parte aporté desde mi experiencia de enfrentarlos en la temporada anterior, donde con Lanús me pude sacar la espina porque nunca nos dimos por perdidos y nos tomamos revancha en instancias definitorias. Esa motivación se la trasladé a los chicos. Tratando de concientizarnos al máximo para rendir de la mejor manera a la hora de salir a la cancha. Mucho más en el Socios Fundadores, donde la gente le suma al rendimiento del equipo. Y creo que todos nosotros entendimos cuál era el mensaje”, manifestó.
En el desempeño, Leonel destacó la entrega de todos sus compañeros pero hizo hincapié en Santiago Scala -que terminó lesionado- y Nicolás De los Santos para el manejo de los tiempos y la administración del balón.
“Los chicos estuvieron muy bien, igual considero que seguimos en etapa de proceso de conocimiento, de tratar de ir creciendo en la rapidez para corregir errores, siempre dando un paso más arriba pero con la sinceridad de que no nos sobra nada y en base a ello tratamos de aportar para suplir lo que nos falta, “aceitando” lo que se necesita en base a los rivales que nos toca afrontar. Con la esperanza de saber que nos potenciamos más cuando el rival lo amerita, porque le ganamos a Boca, Peñarol y estuvimos cerca de hacerlo con Obras”, recalcó.
En la intimidad, el ex jugador ‘granate’ considera que todo tiene su vuelta y por ello no hay que perder las esperanzas y no dudar a la hora de la entrega personal.
“No me gusta perder a nada, y cuando me sucede tampoco me vengo abajo, porque el básquet da revancha. Tampoco soy de hacer alguna rutina en lo que se refiere a los días previos del partido, trato de enfocarme en lo que se viene, en el ahora, y una vez que piso la cancha ya no hay vuelta atrás”, sentenció.
Entrevista: Diario Patagónico