Atenas tuvo un arranque timorato y que forzó al técnico a pedir minuto cuando la visita se alejó 10-4 en 6m26s por jugar del cuarto inicial. Pero no sirvió de mucho la arenga: Quimsa, más aplomado defensivamente y con variantes para sumar, sobre todo desde el perímetro (4/5 en triples), llegó a escaparse a 9 (11-20), vía Phillip a 3m del final, aunque las arremetidas de Lewis acortaron la cifra a 5 (17-22).

Los Verdes ofrecieron más intensidad en el segundo y ello les permitió romper diferencias. Empardó con un triple de Elsener (22-22) y pasó al frente con un par de “avidadas” del villamariense (26-22), revulsivo por entonces, en 3m. Es que apareció un Griego más incisivo, con un Bruno astuto para abastecer (5 asistencias hasta allí) y donde Mario rotó su plantilla sin mermar la intensidad. Con esos atributos, Atenas pasó a dominador: sacó 8 (43-35) a 48s del entretiempo, que lo dejó 43-36, tras un holgado 26-14.

Un 5-0 de Atenas, vía Lábaque, estiraron cifras a 14 (50-36) y el destino del juego parecía a tener dueño, pero el Verde no fue todo lo ambicioso para quebrarlo, en un cuarto intenso, impreciso y de pases mal dados. Sin embargo, un mejor control sobre Baxter y un equilibrado goleo llevaron a Atenas a ganar 23-19 y recibir el último 11 arriba (66-55).

Pese a que Guaita lo puso a 14 (69-55) con 8m49 por jugar, Atenas siguió ofreciendo oportunidades a un rival que, lejos de entregarse, se acercó a 2 (82-80) a 42s del final. Una vez más las desatenciones y la falta de rodaje colectivo lo hicieron sufrir más de la cuenta para asegurarse un triunfo con la fuerza de Lewis y la viveza del capitán, aunque el banco le dio el aire fresco que esta sonrisa Griega necesitaba.

Crónica: MundoD.com.ar