Sergio Hernández, el entrenador de Peñarol, rescató que, ante los problemas, los dirigentes dan la cara en todo momento. «Lo grave es cuándo salís a golpear puertas y no encontrás a nadie», expresó el DT Milrayitas.
En una semana en la que, en lo deportivo, Peñarol recuperó su mejor juego y la eficacia que lo llevó a estar invicto hasta el cierre del año pasado en la segunda fase, se habló mucho más de los inconvenientes económicos, exaltados desde cierta parte del ambiente basquetbolístico, que de la producción consistente del equipo. El entrenador Sergio Hernández, con su claridad conceptual habitual, no le escapó a ese análisis, aunque le bajó algunos decibeles y resaltó además el rendimiento compacto de su plantel. «No hay que focalizar el problema en una falta de pago o en un retraso. El problema real es cuando no hay voluntad de pago y en este club siempre hay buena predisposición para cumplir», sentenció de arranque en una charla más «económica» que deportiva.
A la hora de abarcar problemáticas que están fuera del habitual campo de acción de los entrenadores, el «Oveja» se desenvolvió con la misma solvencia que a la hora de hablar de táctica. «Los problemas económicos los tienen el 95 por ciento de los clubes, así como el 95 por ciento del país tiene inconvenientes en ese aspecto. Argentina estaba saliendo a flote hasta que sucedió lo del campo hace unos meses y otra vez se cayó todo. La situación del país es muy complicada y los clubes no son ajenos, al contrario», afirmó.
Pero los rumores de los últimos días «salpicaron» a Peñarol y el bahiense profundizó sobre esta cuestión: «Acá en este club no necesitás ir a golpear la puerta del dirigente para saber qué pasa porque ellos están en todo momento. Ellos mismos, en la figura del presidente Robles o de sus compañeros de comisión directiva, se acercan a nosotros para informarnos de la situación y manifestarnos su deseo y sus movimientos para solucionar todo. Lo grave es cuando tenés que salir a tocar puertas para buscar una explicación y no encontrás a nadie. A mí me ha pasado en otros clubes y acá es al revés. Por eso no hay que hacer un mundo de todo esto porque problemas económicos hay en todos lados en este momento», indicó.
Sin rodeos, Hernández descartó que exista un deseo de algún jugador del plantel de alejarse en este momento delicado, pero no pudo obviar que la modalidad contractual deja abierta una puerta para alguna salida. «Nosotros no tenemos de qué preocuparnos porque tenemos un contrato que nos avala y nos protege. Así como les permite a los dirigentes si uno falta tres días seguidos a la práctica poder rescindirlo, también puede existir algún caso de un jugador que, si está atrasado, puede intimar para cobrar y de no lograrlo pedir su libertad de acción. Pero no puede ocurrir más que eso y acá no ha sucedido con integrante alguno del plantel».
El entrenador manifestó su deseo de seguir contando con este plantel, que es uno de los dos grandes protagonistas del certamen junto a Atenas. «Si algún jugador se va porque no le pagan y desea buscar otro destino, habrá que jugar con los que queden. Pero acá la convivencia del plantel es fantástica y nadie manifiesta estar a disgusto. Obviamente yo no quiero que se vaya algún jugador, pero tampoco pienso sobre el tema. Hay muchos viajes, partidos y prácticas en el medio como para andar pensando en estas cosas», manifestó.
Durante la última semana, los rumores de alejamiento de algún jugador peñarolense se instalaron después de una nota publicada por un matutino deportivo nacional. Y Hernández la asimiló con una mezcla de fastidio y sorpresa. «Me pareció muy extraño lo que publicó Olé porque ese día había dos partidos muy importantes y salieron en cinco líneas y el resto de la página era para hablar de una supuesta salida de González y Jackson. Encima no había ni siquiera un declaración de alguno de los dos jugadores para darle crédito. Byron Johnson le leyó el diario a Jackson y le preguntó si se iba y David se sorprendió y le respondió: ‘Cómo me voy a ir si estoy muy cómodo y me están pagando’. Indudablemente, a veces nos preocupamos más por buscar lo negativo, lo externo, los rumores y no reparar en la campaña magnífica del equipo que tiene el mejor récord de la segunda fase», sostuvo.
«Mas allá de la muy buena liga que estamos realizando, éste es un plantel que siempre está disconforme con el rendimiento y quiere más. En este último partido con Olímpico, por ejemplo, hicimos un juego espectacular pero nos fuimos enojados por cómo regalamos los últimos tres minutos del encuentro. La realidad marca que somos el mejor equipo de la segunda fase, con el mejor registro también de visitante y que si tuviéramos los puntos que nos descontaron estaríamos potencialmente medio punto arriba de Atenas. Eso marca una tendencia. Y a futuro es un indicador de que vamos por el buen camino. De todos modos, es el presente y a futuro es un indicador de que vamos por el buen camino, de todos modos es el presente y aún no quiere decir nada», graficó.
Entrevista: Braulio García Camarena