En un partido entretenido, intenso pero no del todo bien jugado, Peñarol no iba a cortar la racha justo en una final, manejó los tiempos y el desarrollo, derrotó a Quimsa por 82 a 76 y se consagró campeón del Súper 8 que se disputó en la ciudad de San Martín, Mendoza. Difícil destacar jugadores en un equipo que cada vez más luce como tal, diluyendo a sus rivales a la mínima expresión y el tridente Campazzo-Gutiérrez-Leiva mostrando toda la jerarquía en los momentos calientes para demostrar que no está “achanchado” y que todavía tiene ganas de más. Salud campeón.

Como sucedió en todos los partidos del torneo, el arranque de Peñarol fue demoledor, con mucha intensidad defensiva, recuperación y salida rápida para que corran Campazzo y Boccia. Si a eso se le sumaba la efectividad de afuera con Gutiérrez y Johnson, la diferencia fue amplia y en dos minutos sacó 8 (12-4), lo que obligó que Demti tuviera que pedir un rápido descanso. El envión “milrayitas” continuó, pero de a poco Quimsa se fue metiendo en el partido, tomaron preponderancia Vega y Treise y lograron achicar la ventaja hasta llegar a un cierre de parcial cerrado y se fueron al descanso igualados en 20.

Al regreso, el conjunto santiagueño se puso al frente por primera vez en la noche con un doble de Sandes tras una pérdida no forzada de Boccia. El equipo de Rivero no podía volver a su ritmo y todo fue más parejo, mucho más equilibrado y la final se volvió tal. Pero Peñarol se reencontró con su juego de la mano del exalero de Lanús y un buen ingreso de Weigand, que además de aportar defensa sumó desde el perímetro. Lo mismo hizo Isaac Sosa, de poca participación pero una gran mano desde afuera, que marcó dos triples para primero empezar a despegar al equipo y, sobre el cierre, con una “bomba” para mandar a Peña al entretiempo con una buena ventaja de 8: 47-39.

El comienzo del complemento fue decididamente malo. El “milrayitas” pareció seguir por el buen camino con una penetración de Campazzo y una bandeja pasando por debajo de Leiva, pero Treise metió un gran triple de afuera y el juego se cayó. Demasiados errores en el traslado de la pelota, tiros apurados o incómodos y el goleo bajó. En 7’, el parcial fue de Peña por 8-7 y eso le permitía sostener la ventaja. En una jugada mal manejada, en la que la base la llevó Leiva y terminó con una ofensiva de pocos segundos, el pivote terminó metiendo un triple para sacar ventaja de 10 (58-48). Los santiagueños veían que el partido se les empezaba a escapar, no tenían claridad para atacar y fallaban los intentos. Encima, Leo Gutiérrez volvió a lastimar de afuera y sacó la máxima hasta ahí de 13: 63-50. Con esa ventaja se fue al último descanso corto (65-52) y con el título a escasos diez minutos.

Quimsa salió al último cuarto sin los extranjeros para ver si podía hacerse fuerte a partir de la defensa. Peñarol dejó descansando a Campazzo, Gutiérrez y Leiva para tenerlos frescos en los últimos minutos. Y a los dos le salió bien y, a su vez, mal. Porque los de Demti no recibieron puntos, su objetivo principal, pero fallaron mucho bajo las tablas. Y los de Rivero, mantuvieron la intensidad en su aro, pero también abollaron el de enfrente y pasaron los primeros 2’45” sin mover el marcador. Quimsa no hizo demasiado pero descontó (65-55) y Peña no anotó en los 3’ iniciales del parcial.

Entonces, el “Tulo” metió el quinteto titular para tratar de encaminar el triunfo y no pasar sobresaltos de gusto. El juego cambió, se volvió a inclinar para los marplatenses que lo fueron llevando, sin permitir que la “fusión” achique la distancia. El quiebre lo dio Campazzo, con penetraciones que convirtió o terminó sacando la falta y el golpe final con una gran defensa de Leiva, la corrida del base que recibió la falta intencional, convirtió los libres y tuvo la pelota. Quedaban 2’30 y Leiva ganó el rebote en ataque, Gutiérrez lo quiso cerrar con un triple y Sandes le hizo falta en la búsqueda del recobre al pivote. Parecía todo sentenciado, pero Peñarol con dos malas salidas le dio la chance a Quimsa de mantenerse con vida, cosa que no supo aprovechar.

Peñarol parecía que se iba a ir «zapatero» del 2013, pero siempre está. El «tulo» Rivero en su primera temporada como entrenador en jefe ya dio muestras de caracter, sacó a jugadores claves cuando creyó conveniente y supo llevar a todos para que ninguno se desgaste más de la cuenta. El «milrayitas» volvió a gritar campeón y se va al descanso con una sonrisa enorme.

Síntesis
Peñarol (82):
Facundo Campazzo 15, Kejuan Johnson 13, Adrián Boccia 14, Leo Gutiérrez 14 y Martín Leiva 15 (FI) Gabriel Fernández 2, Axel Weigand 3, Matías Ibarra 0, Isaac Sosa 6. DT Fernando Rivero

Quimsa (76): Jonatan Treise 16, Jimmy Baxter 6, Sebastián Vega 6, Damian Tintorelli 4 y Darren Phillip 16 (FI) Matías Sandes 17, Fernando Funes 8, Cristian Schoppler 3 y Gabriel Deck 0. DT Fabio Demti

Parciales: 20-20, 47-39, 65-52
Árbitros: Pablo Estevez, Alejandro Chitti, Fernando Sampietro,
Estadio: Gustavo “Torito” Rodríguez

Crónica: 0223.com.ar
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
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