Verlo entrenar da gusto. Cada vez que tiene la pelota en sus manos parece uno de esos chiquilines que van por primera vez a un club a jugar al básquet y quedan maravillados. Y no es para menos es como volver a debutar y después de meses de mucho trabajo en pos de recuperarse de la lesión. Seguramente ya se habrá dado cuenta que se hace referencia a Mariano Byró, el mismo que ya integró con éxito la Selección Argentina y que demostró que mantiene intacta la chispa por jugar simplemente buen básquet.
Es de imaginar que estás con las ansias lógicas por el retorno.
Sí, la verdad que estoy muy contento porque por fin llegó el momento. En lo único que estoy pensando es en jugar el viernes. Me siento bien y con muchas ganas.
¿Cómo evalúas tu actual situación?
Me estoy sintiendo cada vez mejor. Si bien me falta un poco de fuerza en la rodilla, me siento cómodo. Me encuentro mejor de lo que yo pensaba y creo que a fines de enero voy a estar a la par del equipo. La evolución es muy buena y con las ganas que tengo será mucho más fácil.
Jugaste con la mayoría de tus compañeros y lo que te faltaría sería el ritmo de competencia.
Me falte el rodaje que te lo van dando los entrenamientos. Sobre todo ponerme bien fisicamente, ya que luego el básquet viene solo. El equipo cambió un poco porque se fue Todd (por Williams) y tenía muchas ganas de jugar con él, porque es una gran persona y jugador y justo me lesioné. Y lo de Fernando (por Malara) es una gran tristeza, porque vuelvo pero se va él. Como dijo en este tiempo nos hicimos amigos. Nos llevamos muy bien fuera de la cancha y me hubiese gustado compartir momentos adentro.
Es algo raro la estrecha relación que se formó entre un jugador y el que fue su reemplazante.
Es rarísimo. Y no fue solamente conmigo, sino con todo el grupo armó una amistad especial en cuatro meses que estuvo en el equipo. Aportó mucho dentro de la cancha, pero sobre todo afuera. Realmente es un chico que se hizo querer mucho. Como digo siempre estoy muy contento porque juego, pero me duele que se tenga que ir. Cuando se despidió me sentí un poco culpable y el enseguida me dijo que esto es así y que era mi reemplazo por un tiempo.
¿Cómo lo ves a Sionista?
Bien. Lo veo con muchas ganas de seguir peleándola y meterse en los primeros puestos. Estos días se entrenó mucho y hay que tener en cuenta que el equipo debe adaptarse al nuevo extranjero (Maurice Riddick) y a mi. Pienso que si se sigue de esa forma y podemos adaptarnos los dos estaremos peleando bien arriba.
Qué retorno. Ante nada más y nada menos que Libertad.
Es lindo enfrentar a un candidato. Si bien yo se que voy a ir de menor a mayor, jugando pocos minutos hasta que me adapte, es bueno retornar ante el mejor porque entras a jugar al máximo de tus posibilidades. Me motiva volver ante Libertad y en su cancha.
¿Qué opinas del apoyo que recibiste de todos?
Todos se portaron bárbaro. El cuerpo técnico, el kinesiólogo Carlos Fernández, el medico Gustavo Gumpel, la dirigencia, siempre estuvieron a mi disposición. Me dieron siempre lo que necesite. Mis compañeros, la gente de Paraná, tengo solamente palabras de agradecimiento. En el momento feo que pasé nadie faltó y se brindaron de la mejor manera. El teléfono no paraba de sonar y la gente me daba su apoyo en la calle.
¿Soñaste con el momento de estar en contacto con la primera pelota en un partido?
Sueño más a veces con tapar una pelota que con meter un gol. No se por qué. Más aún en estos días que empecé a hacer básquet. Esperando con ansias el viernes para ver si puedo meter algún puntito (entre risas).
De esa forma risueña terminó la nota con Marianito. Y está bien porque los tiempos complicados ya pasaron y ahora es el momento de regalar de nuevo toda su alegría dentro de una cancha.
Fuente: Prensa Sionista