-Se sufrió, como toda la temporada, pero lograron el objetivo de meterse en los playoffs, que a esta altura es lo más importante.
-En una Liga sin descensos, el hecho de meterse entre los 12 equipos de los 16 es un objetivo que no se puede festejar. Sí se cumplió un objetivo parcial. Tuvimos que pasar por un montón de situaciones durante el año para llegar a este momento que el equipo merecía por su compromiso. Pero los errores se pagaron muy caro. No se debería haber sufrido todo lo que se sufrió.
-Más allá de esto que decís, ¿esto tiene más valor por todas las dificultades que pasaron?
-Desde ese lugar, los jugadores merecían clasificarse y tratar de estar en la mejor posición posible. Quedamos a dos puntos del cuarto, la Liga estuvo demasiado comprimida esta temporada. Todo puede pasar. Este es un equipo joven, sin líderes y mal armado que no tenía que haber pasado por esto. Es una situación innecesaria, pero los jugadores pudieron sobreponerse y ganar un partido en el que Lanús no tenía mucho por qué jugar. Eso los hacia jugar más relajados y nosotros teníamos toda la obligación.
-Se dio todo al revés de lo que venía mostrando Obras: fue un mal partido en defensa pero bastante bueno en ataque. ¿Coincidís?
-Sí, no hicimos pie en defensa en todo el partido. Ya 39 puntos en contra en el primer tiempo eran muchos. En ataque estábamos tranquilos porque aparecían algunos canales de gol. Pero si hubiéramos tenido la defensa más estable, creo que no hubiéramos pasado por un final tan cerrado y tener que descontar esa desventaja tan grande.
-El partido tuvo muchas facetas durante los cuarenta minutos, pero ustedes pudieron mostrar su mejor rendimiento en el último cuarto, justo cuando había que hacerlo.
-Cuando el equipo se dio cuenta que el margen de error ya era reducido sacó lo mejor. Igual en general no jugamos bien. Cada vez que nos tocó tomar la responsabilidad de equipo favorito en algunos partidos durante todo el año nos costó mucho, porque hay muchos jóvenes, con las primeras oportunidades para varios de ellos. No tenemos tantas batallas juntos para aguantar esos momentos. Ahora que nos sacamos la mochila de clasificar, quizás el equipo pueda sorprender viniendo de atrás y sacar el playoff.
-¿Creés que este equipo por momentos lucha contra sí mismo?
-No. Es lo que nos pasó y lo que tenemos. Ha sido todo muy difícil y yo he gestionado mal. Mi responsabilidad me la recriminé varias veces durante el año y eximo de todo a los jugadores. Han sido tantos los cambios y la ausencia de jugadores clave que, quizás, uno que venía para jugar un tiempo pasó a hacerlo más o en otra posición. Entonces fue muy difícil encontrar un andamiaje colectivo para que el equipo pueda superarse. Hacemos todo el tiempo lo que podemos porque es un grupo muy sano, con compromiso y que va tomando experiencia. Estas cosas tienen que servir. Y todo esto que ha sido un año irregular, donde cada cambio nos ha costado tres o cuatro partidos y volver a acomodarnos, tenía que pasar por todo ahora porque la temporada que viene no va a suceder, porque va a quedar el camino acomodado. Este era el año que había que poner la cara.
-¿Qué balance hacés de lo que pasó hasta acá?
-La temporada de Obras se divide en dos. Para los jugadores o cada uno de los integrantes que ha buscado su primera gran oportunidad o un espacio que no tenía por su juventud y lo tuvo ahora para desarrollarse, el resultado va a ser siempre positivo, termine como termine la Liga, pasemos una, dos o ninguna ronda de playoffs. Y a los que hemos venido ya con un poco más de tiempo con las ilusiones de ganar, la temporada no va a ser positiva, salvo que nos metamos entre los semifinalistas del torneo.
Entrevista: Emilio Hamilton para Prensa Obras Basket