La Isla de Margarita en Venezuela, en la denominada perla del pacífico, ha sido el escenario donde se ha celebrado la XLVI edición del Sudamericano 2014 de baloncesto.
En ella se dilucidaban, además del campeón Sudamericano, varias participaciones futuras en torneos importantes, a saber:
Los tres primeros clasificados irán al Panamericano a celebrarse en Toronto, Canadá, en Julio de 2015 (junto a los 3 primeros del Centroamericano más USA y Canadá).
Los cuatro primeros disputarán el Preolímpico (junto a los 4 primeros de Centroamérica, Canadá y Usa sino gana el Mundial) en un país por definir (México y Venezuela son los favoritos) en Agosto del 2015.
El recinto que acogió el evento fue el Pabellón Ciudad de la Asunción con capacidad para 9.000 espectadores y cancha habitual de los Guaiqueríes de Margarita y que solo se llenó, eso si con un público enfervorecido, en los partidos del anfitrión.
El justo ganador del torneo fue Venezuela, que demostró ser un equipo consistente, bien dirigido desde la banqueta por el argentino Néstor García, único entrenador que gana el título con dos selecciones distintas, y como anécdota decir que tres de los entrenadores semifinalistas eran argentinos (junto a Capelli en Uruguay y Casalanguida, este si con su propia selección). Venezuela demostró tener las ideas muy claras como conjunto en todas sus áreas y siempre jugó al límite defensivamente. Con una gran línea exterior, esos locos bajitos (Guillent, Vargas, Colmenares y Cubillán, todos entre entre 1.80 y 1.90 de altura) y liderados por un Greivis Vasquez que tardó en aparecer, pero lo hizo cuando más se le necesitaba, en la final, siendo el pilar fundamental en el triunfo de la vinotinto.
Enfrente Argentina, un equipo joven que demostró a lo largo del campeonato que hay relevo generacional, no tan brillante como la “Generación de oro” (es casi imposible) pero si de calidad. Con una defensa exterior muy agresiva que le hizo robar muchos balones y lograr canastas fáciles en transiciones rápidas, un gran tiro exterior y con unos pívots altos, atléticos y móviles fue un justo finalista, aunque en la final Venezuela le superó sin discusión.
La tercera plaza fue para Brasil, siendo su director de orquesta el base Raulinho Neto, lo que unido a su enorme potencial físico y atlético, lo que les hacía dominar el rebote, compensó otras carencias como conjunto. Perdió dos partidos, en los dos tuvo posibilidades de ganar hasta el último segundo (con los finalistas Argentina y Venezuela) pero se mostró irregular y errática en el tiro exterior. Ganó en el partido por el tercer y cuarto puesto a una limitada Uruguay en el que el banquillo no estaba a la altura de la calidad de su quinteto titular, pero que su carácter y su espíritu de lucha le llevan a rendir siempre al límite. Los charrúas, liderados por el mejor base del campeonato, el joven pero ya asentado Fitipaldo, cumplieron con el papel que le correspondía.
El torneo en si ha estado quebrado entre los que no tenían opción alguna de clasificación, ni siquiera con posible sorpresa, como fueron, en orden de clasificación del 5º al 8º, Paraguay, Chile, Ecuador y Perú y los otros cuatro, pese a las innumerables ausencias de sus jugadores relevantes, Venezuela, Argentina, Brasil y Uruguay.
Cuando los enfrentamientos eran entre algunos de estos dos “sub-grupos” las diferencias eran evidentes en juego y marcador, no hicieron nada bien al básket estos partidos, solo cuando hubo enfrentamientos entre los cuatro favoritos pudimos ver más calidad y serán estos cuatro equipos los que analizaremos.
VENEZUELA: El conjunto del “Che” García era el que contaba con todos sus integrantes (salvo la baja de última hora de Donta Smith y Echenique) y el plus de jugar ante su público. Además la presencia de su NBA, un extra-motivado Greivis Vasquez, le hacía optar a todo como favorita. El sello del entrenador es evidente, se basa en una defensa muy fuerte, evitando los pase interiores del rival, buscando bajos tanteos e intentando evitar sus carencias en los postes interiores, bajos de centímetros. Ataques controlados, con pases extra en todo momento hasta encontrar al hombre libre, la mayoría de veces acabando en tiro exterior o, como segunda opción, doblando el balón si un pequeño penetraba. Tienen la línea exterior más agresiva con y sin balón del campeonato, se basan en la intensidad en todas sus acciones y rapidez en la ejecución pues apenas tienen altura (Cubillán, Vargas y Guillent apenas llegan al 1.85 y ninguno de su línea exterior llega a los 2 metros ) cualquiera puede lanzar exteriormente con acierto y jugar aclarados con rapidez. Excelente rendimiento como conjunto.
ARGENTINA: La albiceleste vino con bajas respecto a la absoluta y con dos premisas, luchar por el campeonato, como históricamente lo ha hecho, y formar jóvenes jugadores definiendo los acompañantes para el Mundial de España. Su entrenador, el joven pero experto, Nicolás Casalanguida optó por dotar al equipo de una solidez defensiva basada en atacar las líneas de pase del rival, muy agresiva, lo que le dio muchos robos y transiciones rápidas que le permitieron anotar con fluidez, ya que en ataque estático tenían más problemas. Además la movilidad y calidad de sus interiores (Delia sobre todo y Bortolín) y la altura de sus exteriores le ayudaba a realizar incluso cambios directos en defensa, tanto en bloqueos directos como indirectos. Mostró compromiso, y pese a las inconsistencias ofensivas, el sello de su básket moderno se dejó notar. El triángulo en el se sustentó el equipo fue el base Laprovittola, el alero Mata y el pívot Delía.
BRASIL: Vino con un equipo B en su totalidad, y dio la cara, tuvo opciones contra los equipos importantes apoyados en su enorme poderío físico que cubrían otras carencias de lectura de partido y toma de decisiones correctas en situaciones específicas. Se basaron en su línea exterior de bases Neto y Luz para crear juego, Jefferson Da Silva desde el exterior así como Hettsheimer y Felicio en el interior, ellos fueron el esqueleto del equipo.
URUGUAY: El equipo del argentino Adrian Capelli cumplió, su puesto es el real acorde al potencial del campeonato, pagando la falta de consistencia y profundidad de banquillo, lo que influyó en el desgaste físico de sus jugadores básicos, el base Fitipaldo, el escolta Osimani y el alero Aguiar, que cargaban con toda la responsabilidad ofensiva del equipo. Aún así su pundonor y carácter es muy destacable porque nunca tiraron la toalla y presentaron batalla hasta el final.
JUGADORES DE FUTURO
En este sudamericano las ausencias de jugadores contrastados (salvo en el local Venezuela) ha hecho que la calidad del nivel general descendiera ostensiblemente, podríamos destacar jugadores que por su juventud y cualidades, si siguen con una proyección podrán sonar en el futuro, depende de ellos en qué medida, estos serían:
MARCOS DELÍA (Argentina) 22 años. 2.08 metros. Pívot. Boca Juniors.
En 2011 debutó con la selección argentina y ya en el 2012 fue llamado al Nike Hoop Summit junto a jóvenes promesas de todo el mundo.
Se trata de un jugador rápido, atlético y coordinado para su estatura, corre bien el campo y acaba contrataques en transiciones rápidas. Puede anotar continuando en los bloqueos directos acompañando las penetraciones y de espaldas con su mano derecha aunque también utiliza la izquierda.
Es inteligente y su envergadura de brazos y buen timing le hace ser un buen taponador.
Debe mejorar en el rebote, tener entre sus armas el tiro a media distancia y en potencia física para luchar contra pivots más pesados pero tiene un gran futuro por delante.
BRUNO FITIPALDO (Uruguay) 22 años. 1.84 metros. Base. Obras Sanitarias
Un base tradicional, a la vieja usanza, con toma de decisiones generalmente correctas y acertadas, buscando la mejor opción para el conjunto. Buen manejo del balón, lee bien el juego tras el bloqueo y continuación, siempre con pase extra si es necesario, buen tiro exterior de tres puntos, en defensa bien situado tácticamente y con facilidad para el robo. No sobresale especialmente en algo en concreto pero en todas las facetas aporta y da consistencia al equipo. El mejor base del campeonato.
RAÚL NETO (Brasil) 22 años. 1.85 metros. Base. Lagun Aro.
Un veterano pese a su edad, le gusta conducir el balón, que pase por sus manos para tomar decisiones generalmente ofensivas con tiro exterior a través de un bloqueo y continuación (con no siempre buen porcentaje) o sobre todo, penetración. En defensa es un jugador que roba balones, generalmente en líneas de pase. Debe mejorar en la toma de decisiones y en el pase extra, pero eso lo da la experiencia.
CRISTIANO FELICIO (Brasil) 22 años. 2.08 metros. Pívot. Flamengo.
Una fuerza de la naturaleza, muy potente y con gran poderío físico, le falta todo por explotar pero demuestra unas grandes cualidades y buena actitud. Dominador del rebote, incluyendo el ofensivo y gran intimidador para desviar tiros cerca de canasta. Le falta conocer el juego, y añadir recursos ofensivos (poste bajo y pase) Tiende a cometer faltas personales.
MATÍAS BORTOLÍN (Argentina) 21 años. 2.07 metros. Ala –pívot. Regatas Corrientes.
Jugador inteligente jugando, ocupa bien los espacios en ataque y su movilidad y buena mano en tiros a 3 – 4 metros le hacen ser un jugador muy interesante ofensivamente. Puede defender a jugadores más bajos y corre bien en transición, debe coger fuerza ante jugadores atléticos y consistencia defensiva, aunque suele tener siempre buena actitud.
MATHIAS CALFANI (Uruguay) 22 años. 2.05 metros. Ala-Pivot. Artigas.
Jugador atlético pero que le falta altura para ese puesto, un aceptable 1×1 de espaldas al aro y tiro exterior, se desenvuelve mejor en transiciones rápidas y su margen de mejora debe venir en concentración y posición táctica dentro del campo.
FRANCO GIORGETTI (Argentina) 21 años. 2.03 metros. Alero Peñarol
Pese a su altura es un alero, muy intenso en todas sus acciones, incluidas las defensivas, rápido, atlético y al que su altura le permite postear y sacar ventaja. Debe trabajar el tiro exterior y crear sus propios tiros a través del bote o del bloqueo y continuación. Muchas cualidades si logra encauzarlas.
Informe: Desde Isla Margarita, Joaquín Gangoso Ribes