“El equipo se ganó la oportunidad de jugar dos partidos en casa contra los dos mejores equipos de la zona y dar un salto de calidad a nivel mental, de sentirse capaz de competir con los mejores”, explicó.
Por otra parte, se refirió a los cambios de formato de Liga Nacional, y que sensaciones le genera haber sido el primer basquetbolista argentino en debutar en la NBA.
Luego de la firma del convenio con la Universidad Provincial del Sudoeste, comenzaron las primeras reuniones entre ambas instituciones. ¿Qué aspectos se trataron y cuáles son los puntos más importantes del acuerdo?
-Sí, fue un primer paso fundamental y necesario el de conectarnos con instituciones académicas como la UNS, UPSO y próximamente la UTN, y ver que sinergias surgen de dichos convenios.
En particular con UPSO y su rector Hernán Vigier, empezamos a pensar una Diplomatura para el próximo añoque pueda contener la demanda permanente que tenemos respecto de poder transmitir herramientas de gestión que usamos en WBB.
Poder hacerlo en conjunto con una institución académica nos asegura un nivel de calidad alto y, a su vez, WBB complementaria desde la práctica la Licenciatura en Administración Deportiva de la Universidad. Justamente ejemplifica la idea de generar convenios, sinergias.
Weber Bahía Basket ha logrado hacerse fuerte jugando en casa, pero a su vez, le ha costado mucho los partidos de visitante. ¿Qué puntos se deberían mejorar para lograr una mayor regularidad?
-Como Presidente del equipo no estoy tan preocupado por la regularidad, que es un tema del entrenador, como por la capacidad que tengamos de seguir construyendo una identidad.
Creo que la propuesta de WBB es clara en cuanto a que buscamos jugar de la manera correcta, haciendo el pase extra, disfrutando del juego colectivo por encima de lo individual, respetando a muerte el sistema de juego que siente el entrenador y en el que todos creemos. Eso no es negociable y cualquier jugador que venga a jugar acá debería saberlo.
Si a esa idea le vamos mejorando el talento año a año, se ven los resultados. El año pasado a esta altura estábamos con record negativo y hoy estamos 6-5 y mirando otros horizontes. Eso es un indicador.
Ahora el equipo se ganó la oportunidad de jugar dos partidos en casa contra los dos mejores equipos de la zona y dar un salto de calidad a nivel mental, de sentirse capaz de competir con los mejores.
Ya estamos en la recta final de la primer fase de Liga Nacional, ¿cómo viste el cambio de formato y cuál es el balance que podés hacer hasta hoy?
-Creo que es coherente esperar al final de la temporada para evaluar todo el proceso que estamos viviendo. Creo que es bueno actuar y sacar conclusiones en caliente cuando se pueden cambiar cosas sobre la marcha, pero este no es el caso.
Los cambios siempre necesitan tiempo, y a su vez provocan temor, eso lo sabemos todos.
Las conclusiones las sacaremos entre todos los equipos a final de la temporada.
De lo que si estoy convencido es de que necesitamos un Director Deportivo que nos guie en una dirección y que aglutine la Competición en su totalidad, incluyendo jugadores, entrenadores, árbitros y dirigentes, incluso la Liga de Desarrollo. Es necesario saber cómo Liga Profesional que idea de básquet queremos dar desde lo deportivo también.
Creo que es un paso muy necesario y seguramente lo concretaremos en el medio corto plazo, porque es algo de lo que se ha hablado y mucho en las reuniones.
Cada vez asisten más chicos a la Escuela Social de Básquet y además, este año sumaron el básquet femenino. ¿Cuáles son los próximos pasos a seguir?
-Los próximos pasos tienen que ver con generar más espacios saludables en el Poli, junto con el Municipio, como objetivo principal reformar la otra cancha para que más chicos puedan jugar, y no solo al básquet si no de todas las actividades municipales que se realizan allí. Tenemos cerca de 100 chicos y chicas que practican básquet social y la idea sería llegar a 150.
El año que viene empezarían también nuestros Campus WBB, para chicos de la ciudad y de todo el país.
Catorce años atrás te convertías en el primer jugador argentino en debutar en la NBA. ¿Qué te genera haber iniciado ese camino?
-No soy de mirar para atrás en lo cotidiano, más bien cuando aparecen estas fechas significan unos momentos de nostalgia hermosa y de reflexión sobre lo vivido, y dura unos minutos antes de volver a la realidad.
Es difícil entender todo lo que nos pasó, parece que fuera un sueño, fue todo muy rápido.
Pero lo más importante es ir al génesis de la cuestión, de cómo fue posible. Y la respuesta es sencilla: entrenar, repetir, vivir en el gimnasio de pesas, comer y nutrirte bien, aprender a amar el dolor, el ardor de las piernas cuando estas en posición defensiva, y hacer de todo eso un hábito.
Lo que se dice crear una mentalidad ganadora, empieza con saber que cuando vos te estas entrenando y los demás no, ya les estas ganando. El resto es sencillo, lo que pasa que la mayoría cree que es al revés, y ahí está el error.
Ahora el desafío es poder transmitirlo a las siguientes generaciones de jóvenes y en eso estamos.
Entrevista: Prensa Bahía Basket