Peñarol de Mar del Plata goleó anoche a su clásico rival, Quilmes, 78-58 y clasificó a la siguiente instancia de la Copa Argentina 2009. Brian Woodward jugó su mejor partido desde que está en el equipo de Hernández, anotó 24 puntos (32 de valoración). Carl Edwards fue el que más puntos convirtió en el equipo de De la Fuente, 19. El Milrayitas jugará el cuadrangular por la zona Sur junto a Boca, Gimnasia de Comodoro y Obras que se disputará en la ciudad sureña del 25 al 27 de septiembre.
Por momentos, dio la impresión de que se enfrentaban equipos de diferentes categorías. En un partido apenas discreto, Peñarol fue anoche bastante más que Quilmes, que tenía que ganar por 14 o más puntos para clasificar. Pero chocó contra una realidad que, hoy por hoy, lo sitúa lejos de su oponente de siempre. El «milrayitas» se impuso por 78 a 58, después de haber tomado una distancia de casi 30 puntos. Y dio el paso necesario para avanzar a la siguiente ronda de la Copa Argentina de básquetbol.
Dentro de un cierto equilibrio inicial, Quilmes intentó llevar el peso del partido con su gol interior (6 puntos de Brice Assie y 5 de Nicolás Romano), frente a más recursos ofensivos de su oponente. La prematura complicación de Martín Leiva con las faltas apuró el ingreso de Alejandro Reinick, mientras los internos quilmeños acaparaban todos los puntos de su equipo.
Peñarol tenía una mejor circulación del balón, más amenaza desde el perímetro, aunque sus porcentajes no eran ninguna maravilla, y de a poco pero en forma consistente fue alejándose en las cifras. El flojo comienzo de Martín Müller obligó a su reemplazo por Dragan Capitanich para llevar la base quilmeña, el generalmente eficaz Carl Edwards no encontraba su lugar bien contenido por la defensa rival-, y del otro lado, Brian Woodward empezaba a sumar créditos con otra sólida producción en ambos extremos de la cancha.
Las imprecisiones de los dos empezaron a tornarse una constante luego del primer descanso corto. Y si bien el «tricolor» no conseguía acortar distancias, al menos con más actitud y determinación para cargar al rebote ofensivo evitó que su adversario continuara escapándose.
Claro que ofensivamente, potenciado por la ausencia momentánea de Edwards y Assie y la acertada labor defensiva de Peñarol, le costaba una enormidad. Tampoco fue solución el fugaz ingreso de Daaron Brown, en su primera aparición ante su público.
Con la ventaja del orden de los 10 puntos que había conseguido construir, Peñarol no dejaba una buena impresión pero jugaba tranquilo. Con el conjunto de Sergio Hernández arriba por 27-17, de pronto apareció Quilmes sin extranjeros en cancha.
Por un largo rato, el segundo cuarto fue lo que usualmente en la tribuna se denomina un bodrio. La impresión era que Peñarol intentaba jugarlo, sin conseguirlo realmente, y que Quilmes lo luchaba, aunque con recursos limitados.
Lo mejor llegó en el minuto y medio final. A un triple de Woodward, el mejor hombre de la primera mitad, le contestó uno de Müller hasta ahí su equipo venía 0 de 8-. Ese único momento de vibración se prolongó con otro triple de Raimundo Legaria y, enseguida, luego de un contraataque fulgurante, Alejandro Diez clavó otro impacto de 6m25 lapidario. Peñarol se escapó 38-24 y poco consuelo trajo un nuevo triple de Facundo Piñero antes del final de la etapa.
En esa ráfaga de Peñarol se fue apagando buena parte de la expectativa por ver un resto de partido atractivo. El conjunto de Garay y Santiago del Estero empezó a sacar ventajas gordas cuando se lo propuso, gracias a dos atributos que le resultarán sin dudas muy valiosos: defensa y contraataque. Y para Quilmes, con Edwards muy apagado y Assie absorbido por la marca, el desarrollo se hizo un suplicio.
Porque los de De la Fuente iban una y otra vez y casi siempre volvían con las manos vacías. Por malos tiros, por mérito defensivo del rival o por imperfecciones varias. Y se sabe que, de tanto ir y no cobrar, las prestaciones atrás automáticamente también tienden a la baja.
Quilmes, la imagen de la impotencia, hacía casi todo a los empujones, chocando, con claridad cero. Peñarol, por su parte, con autoridad, capitalizaba la situación, corría cuando podía y engrosaba su liderazgo en el marcador y el delirio de su parcialidad.
Cerca de sufrir una paliza histórica, bien entrado el último cuarto, ningún jugador de Quilmes había anotado en doble figura. El primero en hacerlo fue Edwards, con un triple, a 7 minutos del epílogo. Despertó demasiado tarde. Aunque al menos su aparición le sirvió a los de Luro y Guido para maquillar una dura derrota.
Síntesis
Quilmes (58): M.Müller 3, C.Edwards 19, J.Cangelosi 0, B.Assie 9 y N.Romano 12 (FI); D.Capitanich 2, D.Brown 2, E.López 0, F.Piñero 6 y L.Peralta 5. DT: Esteban De la Fuente.
Peñarol (78): R.Legaria 3, B.Woodward 24, S.Vega 13, L.Gutiérrez 11 y M.Leiva 10 (FI); A.Reinick 4, M.Mata 0, P.S.Rodríguez 4, A.Diez 7 y F.Campazzo 2. DT: Sergio Hernández.
Estadio: Polideportivo Panamericano.
Árbitros: Pablo Estévez y Juan Fernández.
Parciales: 13-19, 27-40 y 38-66.
Con rumbo a Comodoro Rivadavia
Pese a que todavía no se emitió el comunicado oficial de la AdC, todo parece indicar que el cuadrangular semifinal de la Zona Sur de la Copa Argentina se jugará en Comodoro Rivadavia. Allí estarán el local, Gimnasia y Esgrima, Boca Juniors, Obras Sanitarias y Peñarol, en pugna por dos lugares para el Cuadrangular Final.
Y la definición por el título 2009 del torneo de pretemporada (Cuadrangular Final) será en Trelew, algo que no cayó demasiado bien por la distancia que tendrán que recorrer los equipos involucrados en el fin de semana previo al inicio de la Liga Nacional. Eso sí, si uno de los clasificados es Gimnasia de Comodoro, le quedará en el patio de su casa. O casi
Crónica: Diario La Capital
Fotos: Marcelo Demián Schleider www.infoliga.com.ar