Son de esas noches especiales donde todos saben alguien termina una etapa importante de su vida y comienza otra y con otros objetivos y no menos trascendentes que los que ya consiguió. Indudablemente que aparecen sensaciones encontradas y la emoción es protagonista. Cuando acontece esto es porque la persona involucrada marcó a quienes lo van a extrañar. Y no existen dudas que Joshua Josh Pittman se ganó dentro y fuera de la cancha el corazón de la gente de Sionista y del básquet argentino.
Con su jerarquía profesional y lo que logró que no fue poco tranquilamente podría haber tomado el camino de convertirse en una personalidad dentro del deporte que practica. Pero como es una excelente persona casi siempre pasó desapercibido hasta en sus mejores momentos y las palabras humildad y sencillez lo describieron en su habitual accionar. Hasta en su propia despedida pretendió no figurar como protagonista y compartió como uno más con el resto sus últimas horas en el país antes de emprender un largo viaje que significará una nueva vida con su familia y amigos en Estados Unidos.
Sus compañeros de equipo, el cuerpo técnico, la dirigencia y la gente de Sionista pudieron disfrutar por más de dos temporadas a Josh dentro y fuera de la cancha. Y por tal motivo se decidió que con una cena y una rica copa de vino en su mano una excepcional persona se despidiera de su carrera profesional del deporte que ama y del país y una de la ciudades que lo acogió de la mejor manera.
Siempre con su delicada sonrisa a flor de piel. Luego de cenar y de una larga y amena charla Benjamín Svetliza, máximo referente del básquet de la institución paranaense, le brindó en representación de muchos unas emotivas palabras de infinito agradecimiento y le obsequió una plaqueta de homenaje y reconocimiento.
Josh además de agradecer el gesto manifestó que durante su estadía en Sionista se sintió como en su casa y en los años que estuvo en el país fue un argentino más. Seguramente al subir al avión lo invadirá la nostalgia de tiempo ya pasado pero con la convicción del deber cumplido y que por algo personalmente y por todas las vías de comunicación el mundo del básquet del país le rinde honor por lo mucho que dejó como jugador y persona y será siempre recordado.
Gracias Josh y no es una despedida es un hasta pronto! El básquet argentino te va a extrañar!
Informe: Prensa Sionista