Lanús puede mirar con optimismo a la segunda fase que se viene. El pésimo inicio de año ya quedó atrás para el equipo de Vecchio, que encontró mejor química, levantó en defensa, mantuvo a Romano en un nivel top y pegó un pleno con la llegada de Lorrenzo Wade. Estos dos bien podrían ser los Batman y Robin granates. O al menos eso parecieron en la noche del domingo: se combinaron para 26 puntos en el último cuarto y fueron los pilares de la remontada de los Sur, que entraron 13 abajo al período final pero terminaron venciendo 83-81 al líder Obras. Fue el segundo triunfo al hilo ante el Tachero y el tercero en los últimos cuatro juegos.
Los de Lamas lo llevaron bien durante tres cuartos, con buen nivel defensivo y gran circulación de pelota (15 asistencias en 25 conversiones). En el PT castigó con 6-8 triples (3-4 de Safar) y en el 3º cuarto pegó con un Clemente demoledor (10 puntos, 8 rebotes -5 ofensivos- y 2 robos en el parcial. Así construyó el 63-50. Hasta que aparecieron los superhéroes: Wade, en estado de gracia, metió 16 (tiró para 18) de sus 30 puntos en el último cuarto y terminó con 12-19 cancha. Romano clavó 10 de sus 24 y acompañó con 12 rebotes. Además, el Grana hizo méritos con mayor presión e intensidad defensiva (generó seis pérdidas) que borró a un Tachero que se perdió atrás (33 tantos en contra en los 10m finales) y lo pagó caro. Lanús batalló y se dio otro gustazo.