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La libertad de expresión es un derecho de todos los ciudadanos y siempre que se use desde el respeto y la opinión constructiva, debería ser bienvenida. No se puede privar a nadie que quiera participar desde sus pensamientos e ideas. Esta sanción la tomamos como una provocación hacia todos nosotros, es una intimación a los jugadores y será denunciada en todos los ámbitos que velan por la LIBRE PALABRA.

La AdJ es una entidad con más de 30 años de existencia, reconocida por la Confederación Argentina de Básquetbol y partícipe activa en la reciente reestructuración de CABB. Trabaja en el básquet antes de la creación de la Liga Nacional y siempre colaboró con su desarrollo. La AdJ está reconocida en el Reglamento de LNB como institución que nuclea y representa a los jugadores de todo el país y tiene en el calendario la organización del Juego de las Estrellas. El Honorable Tribunal de Disciplina de la AdC, por lo que expresó en el fallo de la sanción, desconoce esta parte del Reglamento.

Los jugadores son los protagonistas principales de la Liga Nacional y muchos de ellos (por ejemplos los dos que fueron sancionados) tienen muchísimo para aportar desde su conocimiento y experiencia. No escuchar su voz es un error, y encima sancionarlos cuando en definitiva la crítica solo se hace para sumar, es más grave. En nuestro país no existe ni la esclavitud, ni la censura, esos son tiempos pasados y los jugadores tienen derecho a expresarse.

Como Asociación de Jugadores nunca fuimos llamados a participar de ninguna de las nuevas medidas que se tomaron en torno a la LNB. Todas las decisiones se tomaron entre dirigentes y, particularmente, en el caso del nuevo Código de Ética establecido por la Asociación de Clubes, jamás fuimos informados de su existencia, como tampoco fueron anoticiados la mayoría de los jugadores en sus respectivos clubes.

Notamos que el nuevo proyecto para la Liga Nacional se implementa a partir de la intransigencia, la intolerancia, la soberbia y el autoritarismo para trabajar, tomar medidas, modificar reglamentos o establecer nuevos, y no permitir opiniones contrarias o dispares. Las ideas que no se acercan o acompañan a esta nueva etapa, no son aceptadas, y no sólo eso, sino que se sancionan como sucedió en esta oportunidad.

Exigimos, con mucha vergüenza ajena, que se dejen sin efecto estas sanciones a Leonardo Gutiérrez y Martín Leiva. Son propias de regímenes obsoletos y que afortunadamente, ya forman parte del pasado en nuestro país.

Como siempre, desde esta entidad, se apuesta al crecimiento del básquet argentino y creemos que situaciones como estas no conducen en esa dirección.

Asociación de Jugadores de Básquetbol