El partido fue parejo de principio a fin, con una llamativa estadística: entre los dos equipos convirtieron solamente 8 triples sobre un total de 42 intentos (1/10 para Libertad y 7/32 para Atenas). Esto hizo que todo esfuerzo tuviera el poste bajo o la descarga y penetración como principal destino. Esto hizo que se destacaran en el Griego Lo Grippo (22) y Mikulas (11), así como Hubalek (29) y Alloatti (16) en Libertad.
Los cordobeses se mantuvieron siempre a tiro, expectantes para poder aprovechar cualquier error o equivocación del local. Eso le dio buenos réditos en el primer tiempo, donde cada vez que los de Picatto intentaban adelantarse, se topaban con una recuperación visitante producto de alguna pérdida inoportuna.
Lo interesante para el aurinegro fue que mantuvo la intensidad hasta el final mismo del encuentro para quedarse con el tercer grito consecutivo y privar a Atenas de una alegría fuera de Córdoba. Extrañó horrores a su conductor natural pero a la vez, demostró que puede disimularlo, claro, ante este irregular Atenas y en un partido. Ahora tendrá por delante el entrenador la labor de buscar el reemplazo para el próximo compromiso, mientras se aguarda para las próximas horas la evolución de lo que en principio podría ser una contractura.