¿Cómo ganarle a Quimsa en esta Liga? Esa pregunta se la hace cada técnico que enfrenta a este poderoso equipo, con muchísimos recursos. La respuesta, al menos anoche, Bahía Basket la encontró, para festejar (75 a 69) bajando a otro cuco en el Casanova, al igual que lo hizo contra Regatas Corrientes.

El partido empezó de acuerdo con lo que marca la tabla: la visita 17-6 arriba. Bahía estaba privado de la libertad para tirar, ante una muralla defensiva y le era imposible tomar un rebote ofensivo, lo cual padecía atrás cuando lo atacaban.

Con un equipo más bajo, una defensa arriba y aprovechando la salida de Aguirre, el local terminó el cuarto con particial de 7-0: 13-17. Y el entusiasmo siguió.

Redivo rompió, Rasio desafió a Battle, todos jugaron abiertos -inclusive Cantón- y de frente, generando espacios. Battle salió con faltas y con parcial de 17-5 el local pasó al frente (23-22), estirando a un 21-5 (27-22).

El 35-30 del primer tiempo ilusionaba y al mismo tiempo generaba dudas: “Ahora le sacan 15”, dijo un plateísta. Tenía argumentos. Lo que nadie sabía era que Bahía mantendría la intensidad, alejando del cesto a Quimsa y manejando los tiempos. Eslava ensuciando en la pintura, Byró demostrando hambre defensivo y atacando con decisión, y primero Redivo y después Gaskins dejando la posición de escolta muy bien cubierta, llevaron a la máxima, cerrando el último cuarto: 59-43.

Rasio, con 12 puntos y 10 rebotes, con 10 minutos por jugar, estaba en plenitud. Bahía mantuvo la diferencia 64-50, hasta que lo invadió la ansiedad por querer cerrarlo antes de tiempo.

El equipo perdió la línea, se apresuró y Quimsa se puso a uno (parcial 21-6), restando 2 minutos.

A partir de ahí, Cantón clavó un triple (68-64), Gerbaudo, sin tiempo, lo copió (71-66), Byró la recuperó y Diego García le cometió ofensiva a Diego Gerbaudo.

No obstante, Bahía perdió por 5 segundos en la reposición, Aguirre metió un t3 (71-69, con 37s) y Gerbaudo, en dos oportunidades (restando 33s y 19s), no falló desde la línea.

Con el resultado puesto ahora bien pueden lamentarse las derrotas ante rivales inferiores. Es cierto, no obstante, lo de anoche fue una prueba de que el equipo puede. Y eso ayuda a creer.

Crónica: Fernando Rodríguez – La Nueva Provincia