La principal atracción de la jornada inaugural del Final Four de la III Liga de las Américas estará dada por el debut del anfitrión, Peñarol de Mar del Plata, que desde las 22.40, en el Polideportivo Panamericano «Islas Malvinas» enfrentará a Espartanos de la Isla Margarita, Venezuela. Una ciudad habituada a organizar espectáculos deportivos de esta magnitud y el mejor estadio cubierto del país merecían esta oportunidad, que seguramente estará respaldada por una notable concurrencia, si se tiene en cuenta la muy buena venta previa de entradas.
Y si bien puede decirse que los caribeños son los rivales de menos cartel, ello no significa que el partido vaya a ser un trámite ni mucho menos para el «milrayitas».
El conjunto dirigido por Néstor Salazar participa en la Liga Nacional de su país -la segunda en importancia- y está conformado por jugadores que habitualmente integran otros conjuntos de la Liga Profesional -la más relevante-. En ese sentido, la mayor parte de los integrantes del plantel proceden de Cocodrilos de Caracas.
Espartanos, organizador del cuadrangular clasificatorio, de todos modos dio la nota al clasificar en un grupo muy difícil, en el que dejó en el camino a Flamengo de Brasil, Capitanes de Arecibo, de Puerto Rico, y Halcones Rojos de Veracruz, México.
De todas maneras, es el único de los cuatro finalistas que no llega invicto al torneo por el título (perdió ante los boricuas), pero sin dudas, un adversario peligroso.
Considerando la importancia relativa que puedan ofrecer las estadísticas ante la conformación de grupos dispares y rivales de diferente jerarquía, Espartanos llega como un equipo muy ofensivo (88,3 puntos por encuentro), pero al mismo tiempo, con la defensa más vulnerada (recibió 90,3 puntos por juego).
Peñarol se ha mostrado más balanceado y además registra la mejor defensa de todo el torneo luego de la primera fase: apenas 65,0 tantos en contra por partido. En ataque sus números son buenos (83,0), con la salvedad de que la paliza sobre los débiles panameños (106-62), sumó bastante.
A primera vista, la principal contra que afrontará Espartanos es su escasez de talla. Su hombre más alto es Windi Graterol (2,04 metros), aunque seguramente suplirá esa falta de centímetros con una dinámica de alto voltaje, bien a la usanza caribeña.
La figura indiscutida del equipo es el ala-pivote Héctor «Pepito» Romero, quien también sobresale en la selección «vinotinto» y además se convirtió en el goleador de Espartanos en el primer cuadrangular, con 23,0 puntos por partido -segundo artillero de toda la competencia-, además de 7,3 rebotes. Pero seguro los venezolanos extrañarán al estadounidense Cordell Henry, un guardia muy rendidor (15,3 puntos y 3,0 asistencias) quien no estará en Mar del Plata.
En tanto, el ala-pivote estadounidense Clarence Matthews III (ex Independiente de Neuquén en el TNA), se mostró muy eficiente a la hora de capturar rebotes (acumula 9,0 por encuentro).
Peñarol, se sabe, atraviesa por una muy buena actualidad y es candidato por naturaleza. Pero tendrá que demostrarlo en la cancha. Para ello cuenta con un plantel largo, que permite a su entrenador una acertada rotación sin resentir la estructura. El poder ofensivo de su tridente Kyle Lamonte-Leonardo Gutiérrez-Tato Rodríguez debe, necesariamente, estar respaldado por una defensa acorde. Si esto sucede, sus posibilidades de victoria se incrementarán en forma notable.
Un aperitivo de lujo entre dos candidatos
Quimsa de Santiago del Estero y Halcones de Xalapa de México, a priori dos aspirantes serios a calzarse la corona continental, tendrán el privilegio de abrir esta noche, desde las 20.30, en el Polideportivo Panamericano, la primera jornada del Final Four de la Liga de las Américas.
Los santiagueños, con un poderoso juego interior basado en el miembro del seleccionado argentino, Román González, el panameño Dionisio Gómez Camargo y Damián Tintorelli, lograron una clasificación muy festejada en Córdoba, relegando al organizador, Atenas, con un equipo muy balanceado.
En tanto, Halcones de Xalapa solventó sin inconvenientes el grupo que lo tuvo como dueño de casa y llega con el apoyo estadístico de constituirse en el equipo más goleador del certamen (acumula 96,7 puntos por encuentro).
Los santiagueños tendrán, tal como lo permite el reglamento del torneo, tres extranjeros. Su última incorporación es el estadounidense ex Lanús, Henry Antawn Dobie -se menciona en Quilmes como posible sustituto de Robert McKiver-, aunque los cambios han sido bastante frecuentes ante reiteradas lesiones.
Sin embargo, pese a esos problemas físicos, Quimsa nunca resignó su protagonismo. Tuvo que reemplazar a Federico Marín y Franco Balbi (por ellos llegaron Pablo Gil y el ex Boca, Juan Manuel Orellano), prescindir de algunos extranjeros que no conformaron y hasta último momento lo tuvo entre algodones a José Muruaga.
Halcones es un equipo importante. Erige como argumento ofensivo más importante al uruguayo Leandro García Morales pero en general es un conjunto muy consistente en ataque. El base estadounidense Gerald Brown, el experimentado Víctor Mariscal (37 años), el dominicano Jack Michael Martínez y la frescura del base Pedro David Meza constituyen las mejores bazas de un plantel que también intimida con los portentosos Víctor Avila y Adam Parada.
El detalle: los entrenadores son dos ex campeones con Peñarol: Carlos Romano -por Quimsa- y Néstor García -por Halcones-. Otro motivo de convocatoria.
Informe: Diario La Capital