El Club Peñarol de Mar del Plata tiró la casa por la ventana en una fiesta realizada anoche en un conocido salón en Av. Colón y la Costa. Celebrando la obtención del Torneo Súper 8 en diciembre pasado y el bicampeonato de Liga de las Américas de básquetbol hace poco más de 10 días.
En la celebración estuvieron presentes aproximadamente 400 personas, entre directivos y sus familias, representantes de la Comuna e hinchas que simplemente abonaron su tarjeta para estar en dicha cena. Además de la presencia de los jugadores y cuerpo técnico acompañados de sus familiares. Todos en un salón decorado especialmente por la gente de Pachamama, tal como lo hiciera en el Final Four, con los colores de Peñarol por donde uno mirara.
Cerca de las 21.45, cuando todos los invitados se encontraban dentro, se los invitó a la terraza del lugar, a recibir a los campeones que llegaban en el mismo micro descapotable que se usó para la caravana posterior al título continental. A la vez que se detuvieron en la puerta, delante de la terraza comenzó el show de fuegos artificiales azules y blancos que provenían desde la playa (zona Varese), y que duró casi 10 minutos iluminando el cielo de la ciudad.
Ya dentro y desde el escenario fueron presentados cada uno de los jugadores. Uno por uno, desde los juveniles Alejo Sanchez, Leo Cañete y Facundo Campazzo, pasando por Raymundo Legaria, Alejandro Reinick, Alejandro Diez, Marcos Mata, Sebastián Vega, Martin Leiva, Kyle Lamonte, más Tato Rodriguez y Leo Gutiérrez. Para darle paso a la presentación de todo el cuerpo técnico comandado por Sergio Hernández.
Pasado el primer plato se proyectó un video que recordaba todo lo vivido en el Final Four en Mar del Plata y algunos pasajes de aquel logrado en 2008 en Mexicali. Fue luego que se llamó al escenario a los tres máximos referentes del equipo: Tato Rodriguez, Leo Gutiérrez y Sergio Hernández. Quienes agradecieron por todo lo vivido a cada una de sus familias y a la manera de cada uno, por lo vivido personalmente. A la vez que coincidieron en que van por más y que la ilusión de todos sigue siendo el título de Liga Nacional.
Para cortar la inmensa torta con el continente americano decorando la parte superior de la misma, y hacer el brindis, se hizo cargo de la palabra el Presidente del Club, Domingo Robles. Quién resaltó una vez más el trabajo incansable de sus compañeros de Comisión Directiva a quienes luego invitó a cortar la torta entre todos.
Fue un discurso emotivo, sobre todo porque de uno de sus bolsillos retiró una camiseta milrayitas con la que jugaba al básquet en el mismo club y con la misma gente, haciendo una suerte de comparación entre aquella época de club de barrio y pobre con este presente que roza la gloria. Ya que en su repetitiva frase “los peñarolenses soñamos despiertos” dejó bien claro que se sueña con el Título Mundial de Clubes.
Pasadas todas las ceremonias de reconocimiento se dio lugar al show llevado adelante por el conjunto humorístico “Americones”. Y al baile, para terminar de coronar una fiesta con la Copa allí en el escenario siendo venerada por todos los presentes.
Informe: Prensa Peñarol