Ahora sí empezó a rodar esta nueva Selección. Si Venezuela no fue medida por su flojo nivel, Brasil sí subió el listón de exigencia. Y el equipo de Sergio Hernández respondió de gran forma: mostró una gran mejoría en los dos costados (sobre todo el defensivo) y muy buenos puntos individuales para ganarle con autoridad a los de Magnano (82-68), quedarse con el Cuatro Naciones de Tecnópolis y, fundamentalmente, dar un paso al frente camino al Preolímpico. Luis Scola (20 puntos), Andrés Nocioni (20) y Facundo Campazzo (11) tomaron el protagonismo.
Si había dudas de que ante los brasileños nunca son amistosos, el inicio fue una prueba. Mucha lucha, roce y picante. En ese terreno, Argentina sacó la cabeza con un guerrero especialista como Nocioni, determinante en los dos costados (dos triples y gran actividad para el rebote) y siendo clave para que el equipo controlara el tablero propio. Pero claro, los de Magnano son bravos y nunca aflojaron, por eso hubo paridad (19-17).
La Selección tuvo irregularidades ofensivas en el segundo, en parte por sus pérdidas (8 en el PT), pero lo compensó con su defensa. Y allí fue clave el ingreso de Pato Garino, quien pelea un puesto entre los 12 y salió a ganárselo: súper concentrado en defensa, con intensidad, entrega y energía (incluyó un corte en primera línea y doble). La diferencia tocó los siete (33-26) tras bombazos de Mainoldi y Laprovittola más el sólido trabajo de Scola (7 puntos, 6 rebotes y 3 asitencias), aunque la visita se arrimó (37-34).
Campazzo se encendió y Argentina mejoró adelante. El cordobés atacó con mucha decisión e hizo jugar al resto. Hubo máxima a los 23m (46-37) tras triple de Safar. Y pese a que Fischer hizo lo suyo, Facu volvió a lastimar con dos penetraciones para el 59-53. El enano siguió en su salsa con una velocidad más que el resto, la Selección controló en defensa (buen rato en zona) y los dorados mataron: siete tantos de Scola (triple incluido) y bomba de Chapu para el 74-59 a 3m50 que fue el quiebre.
Crónica: Leandro Fernández – Diario Olé