Sergio Hernández, el entrenador principal del equipo «Milrayitas», está abocado a la preparación de la selección argentina para el Preolímpico y por esa razón, después de estar en Mar del Plata para ser presentado en sociedad el martes; volvió a Buenos Aires y delegó las tareas de inicio en su cuerpo técnico.
Después de reunirse bien temprano y cambiarse, los jugadores hicieron algunos lanzamientos como para ir poniéndose en ritmo tras su etapa de vacaciones. Luego, se reunieron en el círculo central del escenario ubicado en la sede del club y después de unas breves palabras y el «1, 2, 3, Peñarol», concurrieron al espacio donde se practica taekwondo para elongar.
Una vez finalizada esa primera etapa, comenzaron con los trabajos físicos. Para los mismos, García armó distintas estaciones en las cuales los jugadores fueron rotando después de varios minutos. Juan Pablo Figueroa y Franco Giorgetti trabajaron juntos; Fabián Sahdi lo hizo con Alejandro Diez; Roberto Acuña estuvo con Luciano Massarelli y Leo Gutiérrez lo hizo en forma individual.
Hubo actividades de desplazamiento defensivo con una goma debajo de las rodillas; de dribbling con un pie apoyado sobre una plataforma de goma y de lanzamientos cortos con los pies en otra plataforma de goma. También pases con una pelota más pesada, trabajos con discos de pesas en las manos mientras se ejercitaban las piernas y piques desde un aro hasta el otro, además del tradicional cambio de dirección al llegar a los «conitos».
Después de una hora de entrenamiento físico, tomaron la posta los asistentes para trabajar con pelota. Piccato y Gatti coordinaron ejercicios de cambio de dirección y definición, siempre teniendo en cuenta la posición y la decisión del defensor, haciendo hincapié en sacar ventaja con lectura e intensidad mental. Lautaro Hernández, hijo del «Oveja», fue quien realizó los pases para los atacantes.
Fotos: Demián Schleider www.infoliga.com.ar
Informe: Bernardo Rolón – Prensa Peñarol