Regatas Corrientes superó 67-65 a Atenas y consiguió igualar la serie en dos juegos. Rivero y Kammerichs fueron los jugadores destacados en el equipo de Fabio Demti. Albert White, con 13 puntos, fue el goleador en el Griego. El ganador del quinto juego enfrentará a Sionista de Paraná por semifinales.
Tan sufrido como festejado. Tan valioso como providencial. Regatas hizo todo para ganarlo, pero pudo perderlo. Sin embargo, el destino le hizo un guiño cómplice y, aún con el Jesús en la boca, terminó ganándole 67-65 a Atenas para igualar en dos triunfos por bando la serie de cuartos de final de la Liga Nacional de Básquetbol. Mañana, de nuevo en Córdoba, se definirá quién tendrá como rival a Sionista (eliminó a Quimsa) en semifinales. La otra llave será animada por el Nº 1 de la etapa regular, Peñarol, y el sorprendente Boca.
La historia (cruel) parecía repetirse después de que Maciel, el mismo que fue fundamental para llegar con chances al desenlace, fallara un par de libres y, con el score 66-65 favorable al local, le dejara a Atenas la posibilidad de sentenciar la historia con 11 segundos en el reloj. Pero se jugó la ‘supervivencia‘ en la temporada con la defensa Regatas, Kammerichs cubrió la embestida de Cantero, quien pegó su tiro en el cristal y pasó de largo; ahí surgió la enorme figura de Carabajal, quien discutió el balón nada menos que con Lo Grippo -el más pequeño contra uno de los de mejor talla en el ‘griego‘- y se quedó con el balón, un preciado tesoro a esa altura porque apenas llegaba la falta del ala pivote rosarino sonaba la chicharra del final. El popular “Pulga” metió sólo un libre, pero esto quedará para la estadística. Lo cierto es que Regatas ganó y recuperó vigor, dejó las cosas equilibradas y mañana irá por la hazaña en suelo cordobés. La presión mayor, ahora, pasará del lado de Atenas, el campeón reinante que busca su décima corona.
La intención de Regatas en el principio fue clara: defender duro e intentar salir rápido de contragolpe. Claro que un par de veces ese apuro por acelerar en las réplicas desembocó en sendas pérdidas. Aún así, lució un poco mejor el equipo del parque Mitre. Incluso, una exquisita combinación de Kammerichs para Stanton, que completó el “alley oop”, hizo vibrar a los presentes y el dueño de casa tomó ventaja de 13-9 promediando el primer cuarto. Atenas lo equilibró mediante aciertos de White y la tozudez de Lo Grippo (11 entre ambos). La mala para Regatas fue el tercer foul de Stanton en poco más de ocho minutos.
No obstante, Billings entró bien, marcando territorio en el poste bajo. Sin embargo, al igual que el miércoles, Demti sacó al extranjero en su mejor momento y encima su reemplazo, López, no tardó en sumar su tercera falta personal. El “griego” aprovechó una ráfaga para adelantarse, pero el ingreso de Maciel revitalizó la ofensiva regatense y dejó igualado en 21 el parcial.
Los relevos le dieron resultado a Oscar Sánchez en el segundo período. Porque Romero y Ferrini colaboraron en defensa pero también fueron alternativas en ataque. No obstante, Billings volvió a mostrarse intimidante en la pintura, metió un par de tapas y obligó a sus rivales a tomar varios tiros incómodos. Esto facilitó las respuestas vertiginosas de Regatas, que también lo mantuvo a raya por los triples de Maciel y Rivero.
Lástima que después el “revolucionado” Jennings perdió dos balones y Kante no perdonó desde la línea de suspiros (4/4 libres), justificando la diferencia para los cordobeses, 37-33, en la etapa.
Con mucha motivación salió Atenas después del descanso largo y una racha de 7-0 en 1:44 le dio renta de 44-33. Demti intentó sacar del letargo a sus dirigidos con un minuto. Pero el desarrollo se tornó más cuesta arriba porque López quedó en capilla cuando faltaban 17 minutos y fracción. El público, entonces, jugó un papel preponderante, hizo sentir la localía y generó la remontada de Regatas, que defendió al límite, forzando el error ateniense. De esa forma, el equipo del parque Mitre generó un parcial de 19-6 para imponerse al cabo del tercer segmento 52-50 con un triple agónico y muy festejado de Rivero.
El ímpetu le duró a Regatas para el capítulo final. Maciel siguió productivo en el aro rival y ganó oxígeno en el score el local (57-52 a los dos minutos). La ventaja se justificó por la intensidad defensiva, jugando al tres cuarto de foul ante las protestas constantes de los “griegos”.
Después, un triple de Picarelli le dio la máxima de 60-54 restando 5:31 en el reloj. Pero Cantero se las ingenió para que el visitante le vuelva a pisar los talones (60-59). El cierre fue para el infarto, pero Regatas lo terminó festejando con alma y vida…
Crónica: Diario Época