Borrell anotó los últimos siete puntos de Obras incluyendo el doble decisivo a falta de cinco segundos para vencer 70-69 a Regatas Corrientes. La promesa de partidazo se cumplió y el equipo de Murphy es único escolta del líder Libertad. Planilla oficial
El partido arrancó con dos equipos apostando a la marca, dificultando la tarea ofensiva de su rival. La primera mitad fue favorable 8-4 a Obras gracias a Field y su labor cerca del cesto, pero Regatas devolvió gentilezas con Robinson y Tintorelli para anotar un parcial de 7-0 y pasar al frente 8-11. A partir de allí, la visita pudo sostener la ventaja gracias a una labor bastante repartida de varios hombres a la hora de anotar. Mientras tanto, Field llegaba a una decena de puntos en el primer chico y era el principal sostén de Obras que se iba abajo 17-20 al descanso.
El segundo chico también comenzó con las defensas superando a los ataques durante largos pasajes. Obras demoró más de dos minutos para anotar sus primeros puntos y lo hizo a través de un triple de Calvi para quedar 20-22 abajo en el score. Regatas se alejó a 20-26 pero nuevamente Calvi sacó la cara por el local, anotó cinco puntos en racha y Obras pasó al frente 27-26. A partir de allí fue un cambio de gol por gol hasta los instantes finales. Nivelados en 34 los encontraba el tablero cuando Venturini aportó dos dobles seguidos para que el dueño de casa se vaya a los vestuarios 38-34 arriba.
El tercer cuarto fue uno de los mejores momentos de Regatas Corrientes en la calurosa noche porteña. La visita rápidamente pasó al frente 40-41 y si bien Obras lo dio vuelta para adelantarse 44-41, el equipo de Santander no perdió la calma y siguió poniendo la pelota cerca del aro para que Robinson y López hagan daño en la pintura. Esa fórmula ofensiva, más una defensa en zona que no le dio facilidades a Obras, fueron las claves de que la visita cierre el tercero con una ventaja de 51-53.
El último período acentuó el dominio visitante. Obras parecía tener el aro cerrado mientras los mesopotámicos eran más inteligentes a la hora de poner el balón en la pintura para anotar. Por eso no extrañó que Murphy pida minuto cuando Regatas se adelantó 52-59 con siete minutos en el reloj. El «Turco» Chaher respondió con un triple para acercar a Obras pero la visita era más, ganaba 57-64 y el tiempo comenzaba a ser enemigo del anfitrión en un partido de bajo goleo y de poco márgen para dar vuelta la cosa.
Entonces, era hora de que uno de los dos líderes de Obras aparezca en escena en la noche. Volvió Gabriel Cocha del banco donde estuvo sentado varios minutos por sus cuatro faltas personales y se puso al hombro la ofensiva local. Anotó un doble y sufrió dos faltas que transformó en cuatro puntos desde la línea de libres para que la esperanza vuelva. Pero un triplazo de Cavaco le dio a Regatas Corrientes una ventaja de 63-69 con algo más de dos minutos en el reloj. Parecía decisiva, los gritos de sapucay bajaban desde la popular visitante. Pero………..faltaba la aparición del hombre de la noche.
Lázaro Borrell anotó un triple a la carrera que redujo el déficit a 66-69 y le pasó los nervios a Regatas Corrientes. Luego con dos libres acercó a Obras a 68-69 ya con menos de un minuto en el reloj. El karma correntino por no poder ganar fuera de casa parecía acentuarse cada vez más, y en la posesión siguiente Martínez y Tintorelli fallaron desde cerca del aro y perdieron la oportunidad de tomar una ventaja importante. La pelota salió por el lateral y Murphy pidió minuto para diagramar la ofensiva. La llevó Titarelli durante largos segundos en un estadio que esperaba con una mezcla de tensión y ansiedad. La recibió él, se mandó, guapeó ante Chucky Robinson y Tintorelli y anotó un doble increíble, de esos que van directo a las diez mejores jugadas de la semana. Y miró a la platea, como esperando la ovación que aún estaba contenida porque la visita tenía el cierre del partido en sus manos. Faltaban cinco segundos y dos décimas pero Obras los limó a solo tres segundos tras cometer las dos faltas que aún podía sin mandar a la línea a Regatas. La última bola la recibió Juan Manuel Rivero pero no pudo definirla. Era la noche de «San Lázaro» nomás y por eso el triunfo, la alegría y la ilusión se quedaron en la Avenida del Libertador.
Inmensa victoria de Obras. El equipo de Murphy jugó a matar o morir las últimas bolas y derrotó a uno de los equipos más poderosos de la competencia gracias a la inspiración de Cocha y Borrell en los lanzamientos definitivos y la entrega de todos. Ahora se viene Independiente de Neuquén, el tercer escollo de la serie de cuatro choques en casa que Obras quiere cerrar invicto para que el segundo lugar en la tabla de posiciones siga siendo una realidad. Mientras tanto, su gente, que se dio cita en gran número, cada vez sueña más alto de la mano de un equipo que sigue sin querer conocer su techo.
Prensa Obras
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