Dos promesas viven un sueño

Pablo Espinoza y Patricio Garino son el fiel reflejo de la iniciativa de la Confederación Argentina de Básquetbol de proyectar a los jóvenes, como pasó con la Selección que viajó a China y Australia con mayoría de jugadores U23, en el marco del Proyecto 2014-2018. Mientras colaboran en Salta con la Selección Mayor que se […]


Pablo Espinoza y Patricio Garino son el fiel reflejo de la iniciativa de la Confederación Argentina de Básquetbol de proyectar a los jóvenes, como pasó con la Selección que viajó a China y Australia con mayoría de jugadores U23, en el marco del Proyecto 2014-2018. Mientras colaboran en Salta con la Selección Mayor que se prepara para el Mundial de Turquía, hablaron este viernes con CABB.com.ar.

El primero en dejar sus sensaciones fue el alero Patricio Garino (17 años y 1,96 de altura): “Es una experiencia inolvidable, ellos tienen una trayectoria increíble. Dejarnos compartir la concentración es un sueño hecho realidad; estar en los entrenamientos, en las comidas, en el colectivo… Nunca me voy a olvidar de esto y por supuesto que me va a servir de experiencia para seguir mejorando y para motivarme. Todo es increíble, quiero tomar estos ejemplos, lo que más quiero es trabajar para tener la potencia de Chapu o Carlitos, la habilidad de Luis o Frabricio…”.

El jugador nacido el 17 de mayo de 1993 en Mar del Plata, agregó: “Al principio estábamos medio vergonzosos, por estar al lado de jugadores NBA, que cobran millones. Fue raro, pero con el correr de los días se nota que son pibes fenomenales, nos incorporaron muy rápido al grupo, nos tratan como uno más. Más allá de toda la gloria que tienen, son las personas más humildes y profesionales, nos tratan como si hubiéramos entrenado diez años juntos”.

Garino fue el jugador con mejor promedio de puntos (13,3), de rebotes (6,4) y de asistencias (2,9) en la Selección U17 que terminó novena en el Mundial de Hamburgo. Además, jugó el FIBA-Américas U18 en San Antonio y logró la clasificación al Mundial U19. Ahora concentra con los Mayores: “Esta es la frutilla del postre de este año –define-. Mi objetivo es tratar de volver a estar en un futuro en la Selección Nacional, pero en serio, no como sparring. Soy joven, tengo que aumentar mí físico, mejorar mi técnica y seguir trabajando duro para cumplir eso”.

Por su parte, el ala-pivote Pablo Espinoza (23 años y 2,00 metros) aseguró: “Es increíble estar con ellos. Los vemos por la tele, cómo juegan, son estrellas… Compartir esto con ellos es muy importante. Hoy lo estamos viviendo nosotros dos, aprendiendo de cada entrenamiento, de cada charla, además nos dejan opinar, nos escuchan y eso es muy importante. A algunos los conocía, porque me dirigieron en algún campus, pero no más que eso. Desde que llegué a Aeroparque, el lunes, me siento uno más”.

Nacido el 21 de marzo de 1987 en Resistencia, Espinoza viene de ser MVP del TNA y estuvo en China y Australia con la Selección. “Se dieron un par de situaciones que me ponen bien –contó-. Todo ayuda, ahora estoy aprendiendo con estos jugadores y después voy a tratar de implementarlo en mi equipo. Todo jugador quiere estar en la Selección y este es un buen comienzo”.

ASI VIVIERON LOS GRANDES MOMENTOS DE LA SELECCION
Cuando Argentina lograba la medalla de Plata en el Mundial de Indianápolis 2002, los sparrings del presente eran muy chicos. “En 2002 tenía 16 ó 17 años, estaba en mi casa de Chaco, todavía no sabía si iba a jugar al básquet o a estudiar una carrera universitaria. Después me fui a Argentino y me decidí por el básquet”, recordó Espinoza.

Garino habló de los Juegos Olímpicos de Atenas: “En 2004 tenía 11 años. Me acuerdo que me levantaba muy temprano para ver los partidos desde mi cama, en Mar del Plata. Estaba en un club que se fundió, Newsport. Jamás me imaginé en ese momento que podía jugar ni siquiera en una selección de Mar del Plata. Por suerte todo se va dando bien y ahora estoy disfrutando con la Generación Dorada que yo miraba por televisión”.

HERNANDEZ: “FUE UN ACIERTO HABERLOS TRAIDO”

El técnico de la Selección Nacional, Sergio Hernández, opinó sobre los dos jóvenes: “Son fantásticos. Espinoza parece que estuviera con este grupo hace años, porque tiene la calidad, mucha más de la que yo creí que tenía, y tiene esa personalidad fuerte que lo caracteriza y hace que se haya sumado al grupo como un veterano. Garino juega en la misma categoría que mis hijos (NdR. Los mellizos Imanol y Lautaro), así que no puedo creer tenerlo en este grupo. Sorprende con su educación, con su disciplina, su sentido de la ubicación y su madurez para ser un clase 1993. Y también con su calidad, pero eso estaba indiscutido, todos sabíamos lo que era capaz de hacer jugando al básquet, el tema era ver cómo podía reaccionar ante un grupo que cuando él nació la mayoría eran profesionales o estaban empezando. Fue un gran acierto haber traído a estos chicos”.

Durante la próxima temporada Pablo jugará en Argentino de Junín la Liga Nacional. Mientras que Pato lo hará en Montverde Academy, un High School de Orlando (Florida, Estados Unidos), donde en 2011 terminará su último año de secundaria para luego estudiar economía. Después de esta gran experiencia, los dos seguirán más motivados que nunca.

Rodrigo García, desde Salta – Prensa CABB