Entonces, el ala pivote del seleccionado de básquetbol masculino cumplirá, cuatro años después, el postergado deseo de portar la enseña celeste y blanca.
Es que el goleador histórico del equipo argentino resignó en agosto de 2012 la posibilidad de llevar la bandera en la ceremonia de Clausura, cuando cedió esa opción al correntino Sebastián Crismanich, quien había sido el único deportista del país que se subió al escalón más alto del podio, tras ganar la final del Taekwondo en la división hasta 80 kilos.
Con la fiesta inaugural, se abren oficialmente los Juegos Olímpicos de Río. La máxima cita del deporte mundial comenzará a escribir hoy en Río de Janeiro una nueva página cuando quede inaugurada oficialmente en el Maracaná. La ceremonia comenzará a las 19 (hora argentina). Son los primeros de Sudamérica y albergarán a 10.500 atletas.
«(Luis) Scola representa los valores que todo deportista quisiera tener: responsabilidad, entrega, humildad, solidaridad grupal, compromiso para involucrarse», dijo oportunamente a Télam el dirigente bahiense Federico Susbielles, hoy presidente de la Confederación Argentina (CABB) para graficar el sentimiento de gratitud hacia el número 4 de la Generación Dorada.
Porque el futuro integrante de los Brooklyn Nets en la NBA fue actor protagónico en el ciclo de rearmado de la nueva CABB, cuando las denuncias por «administración fraudulenta o malversación de fondos» derivaron en la salida anticipada del pampeano Germán Vaccaro, el anterior titular del organismo.
En su rol de capitán de uno de los mejores equipos argentinos de la historia, el jugador surgido de las divisiones formativas de Ferro Carril Oeste preguntó, indagó y tomó posición definida respecto de la crisis en la CABB.
Es más, una versión que circuló pero que nunca se oficializó habla de una reunión concreta entre Scola y el entonces Secretario de Deporte de la Nación, Carlos ‘Camau’ Espínola, para sugerir la intervención del organismo (del que se hizo cargo Susbielles hasta las elecciones que se desarrollaron en diciembre pasado).
En el estricto aspecto deportivo, los pergaminos del Gran Capitán hablan por si solos: presencia ‘Sarmientina’ en los todos los certámenes internacionales desde el Premundial Neuquén 2001, máximo anotador histórico con la Selección Nacional y artillero principal de los Campeonatos FIBA Américas (1306 puntos), desplazando a una gloria del básquetbol continental como el brasileño Oscar Schmidt (1287).
Emanuel Ginóbili, su compañero en el seleccionado argentino, no quiso hablar de un eventual ‘espíritu olímpico’ («Todos hablan de eso pero no sé qué signfica?», dijo el bahiense) que incluye a Scola, pero sí mostró satisfacción y orgullo por la distinción.
«Creo que Luifa (Scola) todavía no se dio cuenta lo que está pasando y recién va a caer cuando estemos ahí, a punto de entrar al estadio Maracaná», indicó el escolta bahiense, astro de los San Antonio Spurs.
«Ser la cabeza de un país en un evento como éste es espectacular. Lo viví en los Juegos Olímpicos de Beijing (2008) y fue un momento muy emocionante. Se te infla el pecho. Estoy muy orgulloso de que Luis porte la bandera», agregó ‘Manu’.
El propio Scola todavía no hizo aseveraciones tajantes respecto de la emoción que le puede producir salir a la cancha y ponerse al frente de sus compatriotas en el desfile inaugural.
«Sólo pienso en los ratos libres. Va a ser una jornada especial, un momento distinto. Pero no quiero pensar mucho porque están los partidos y eso se lleva la mayor parte de mi cabeza» dijo el ala pivote para resumir el pensamiento de un auténtico Gran Capitán.
Informe: Télam