El elenco de Sergio Hernández, con la clasificación ya asegurada, espera el choque entre Lituania y Croacia para dilucidar su posición final, que será tercera o cuarta, y su consecuente oponente en los cuartos de final, del miércoles. En caso que los lituanos obtengan la victoria, el Alma se enfrentará a Australia, mientras que con un triunfo croata se medirá con Estados Unidos.
Dentro de una noche errática en ofensiva (36% de campo), se destacó el goleo de Nicolás Laprovittola con 21 puntos (5/14 de campo y 10/11 en libres) y 4 asistencias, secundado por Emanuel Ginóbili con 16 unidades (4/6 en triples) y 5 rebotes.
La noche comenzó súper positiva para el seleccionado, que encontró en la mano de Ginóbili (3/4 en triples) los argumentos para escaparse 8-0, a los 2:30 minutos. No obstante, España empezó a imponer su ritmo, con rompimientos y descargas que desgastaron la rotación argentina, y lastimaron de tercera dimensión (5/10), con Rudy Fernández (10) como usina. Los europeos estamparon un parcial 18-3 para revertir el tanteador 18-11, a falta de 4:30 minutos. Hernández pidió tiempo muerto para corregir el andar, pero los ataques forzados se profundizaron en una anemia de más de 4 minutos sin anotar. Una bomba de Rodríguez clausuró el segmento para la Roja en ganancia 25-15.
El segundo capítulo continuó con el dominio de España, con mayor dotación de nombres para mantener la energía en defensa, así como castigó con el juego aéreo en la pintura, que se ejemplificó en la pelea rebotera 11-4 y la tercera falta de Scola. Con la habitual entrega, Argentina intentó recortar las distancias, que llegó a ser de 16, con el goleo de Campazzo (6) y Nocioni (6), pero no logró sacar el contraataque, ya que el rival le cortó sistemáticamente esta vía con foul en el inicio de la transición. El entretiempo arribó con los ibéricos adelante 48-35.
Tras las charlas en vestuarios, España conservó su estado de forma y produjo la máxima de la noche 62-40, a falta de 5:40 minutos. En ese momento crítico surgió a flote la intensidad de la dupla Laprovittola (10)-Campazzo (4), quienes imprimieron energía para robar, correr y tomar lanzamientos. Argentina estampó un pasaje 10-1 y recortó la brecha 63-50, con 2:30 minutos en el reloj. En un segmento sumamente cortado por sanciones arbitrales, muchas dudosas y quisquillosas, el Alma se las ingenió para finalizar abajo 71-57.
En el último periodo, Hernández apostó por una formación joven con Scola como eje y le dio resultados en el primer tramo porque se acercó 75-64, a los 3 minutos. Sin embargo, España apretó el acelerador y con un par de buenas defensas clavó un parcial 11-2 para volver a distanciarse 86-66, a falta de 3:30 minutos. Ya no hubo tiempo para la reacción, el cansancio por remar de atrás todo el pleito no colaboró con Argentina, que cuidó el físico de varios de sus hombres. La chicharra sonó con el triunfo claro de los europeos 92-73, que le aseguró el segundo puesto en el grupo y el enfrentamiento con Francia en los cuartos de final.
CABB