En el comienzo de la pretemporada para encarar la campaña 2010/11 de la Liga Nacional, Juan Ignacio Sánchez reafirma el proyecto que lo tendrá como jugador y responsable de la estructura de Bahía Blanca Estudiantes. El base cuenta sus ideas, sus proyectos y sostiene que «no solo sirve ser campeón».
Juan Ignacio ‘Pepe’ Sánchez luce tranquilo, relajado. Su celular suena constantemente, pero trata de mantenerse al margen. “Estos días son así, difíciles, pero estamos trabajando para poder llegar en condiciones”.
Sentado frente a su computadora, aprovecha Internet para estar cerca de todo lo que pasa con el nuevo equipo de Bahía Blanca Estudiantes. Si no es el teléfono, es el correo electrónico. Y en el mejor de los casos alguna reunión, pero el tiempo apremia. “Estos días son completos, arranco a las ocho de la mañana y termino a las seis de la tarde, increíble”, dice, mientras se acomoda para contestar.
Pepe habló y contó, con la lucidez que lo caracteriza, todo lo que pasó, lo que sucede, y lo que intentará que pase con el proyecto que encara con su grupo de trabajo en Bahía Blanca, en un material para guardar y releer.
¿Cómo surgió la idea del proyecto en Bahía Blanca?
La idea surge hace algunos años cuando empiezo a pensar en el regreso a Bahía Blanca como una posibilidad seria, ya que estaba un poco cansado de dar vueltas por el mundo. También nace en la necesidad de buscarle un cierre a mi carrera como jugador, intentando generar algo positivo en estos últimos años de competencia. Así surge esta idea, que quizás se adelantó unos años, ya que la imaginaba para más adelante.
¿Cuál fue la razón de pensar en un proyecto de este tipo en la ciudad?
Todo se inicia con la idea de intentar recuperar la identificación histórica de la ciudad con el básquetbol, quizás un poco perdida en los últimos años. Con el sueño de ayudar a recuperar esa pasión. Después, había que generar un proyecto. Ponerse objetivos, preguntarse por qué y para qué. Creo mucho en proyectar las ideas, las visiones, para después buscar la forma de materializarlas, y para eso es necesario pensar en largo plazo. Sin un plan todo es más difícil y se depende mucho de la improvisación. Proyectarse en el tiempo te da la posibilidad de equivocarte, algo vital para poder crecer.
Por último, hacer que todo esto sirviera para algo en concreto, aparte de ganar y perder partidos. O sea, que tenga un fin en sí mismo. Según se entiende, pasa por generar algo que haga pensar en algo más que ‘ganar a cualquier precio’…
Ganar en el deporte profesional es vital, de eso no hay dudas, hasta es obvio decir que el objetivo final es conseguir triunfos. Pero en cualquier torneo solo hay un campeón, entonces también pasa por plantearse objetivos y lograrlos. Y quizás esos objetivos no sean siempre salir campeón, ya sea por un tema de presupuesto o porque estás en el primer escalón de algo más ambicioso por venir, como es nuestro caso por ambos motivos, pero eso no quita que consiguiendo los objetivos planteados pueda ser una temporada exitosa. El tema es poder transmitirlos y que la gente, el público, compre la idea, que la entienda. Además, me parece mucho más gratificante lo que requiere tiempo, espera, trabajo. Una vez más, largo plazo por sobre lo instantáneo, que no requiere esfuerzo. Ojalá el público se identifique con esto. Sería un objetivo logrado, aunque a nivel deportivo, que a nadie le quede dudas que nuestro objetivo es ser intentar estar en lo más alto en un término máximo de cuatro años.
¿Cómo fue la fusión entre Bahía Blanca Estudiantes y el nuevo grupo de trabajo?
En realidad no es una fusión, es una compra de plaza encubierta. Es bueno que esto sea claro. Estudiantes vendía su plaza por temas económicos y la única forma, por reglas de la AdC, era generar esta fusión. La idea siempre fue que Estudiantes pudiera pagar las deudas y quedar sin pasivo, hacer reformas en el estadio e incluir a Estudiantes dentro de Bahía Basquet, que abarca a toda la ciudad. Y para ser mas claro todavía, fue una decisión personal la de formar otro club y comenzar de cero, porque las cosas en Estudiantes eran complicadas por muchos años de pasivos y demás. Para desarrollar esto, que es bastante complicado en sí mismo, necesitábamos empezar un camino nuevo. Por suerte la relación con la dirigencia de Estudiantes, encabezada por Francisco Fuster, es muy buena.
Desde un punto de vista organizacional, qué áreas de trabajo involucra el proyecto.
Hay una estructura que abarca ya a doce personas más el plantel del equipo, cuerpo técnico y cuerpo médico. Cubren las siguientes áreas: administrativa, marketing, comercialización, coordinación, programas sociales, medicina, deportiva, logística y comunicación y prensa.
¿Qué tanto está cumplido –desde un punto de vista organizativo- para saltar sin problemas a la cancha?
Estamos donde pensábamos que íbamos a estar si cumplíamos los objetivos. Ni más adelante, ni más atrás. Todavía nos quedan un par de meses por delante de mucho trabajo.
Pasemos a las obras en el Casanova, ¿en qué estado están las mejoras en infraestructura?
Se arrancó por los vestuarios, y ya se está trabajando en el estadio y túnel de acceso desde la semana pasada. Vamos bien, tanto José Luppi como Mauro Grippo están haciendo un trabajo increíble y están compenetrados con el proyecto al igual que nosotros, lo que nos genera mucha satisfacción. La última parte será mejorar la estética del estadio en general, la iluminación y el sonido.
Desde un punto de vista deportivo, ¿te satisface el equipo que hay de cara a la nueva temporada?
Sí, somos un equipo joven, atlético. Vamos a correr mucho, va a ser divertido. Tenemos una base de jugadores jóvenes que, ojalá, sigan varios años acá y sean el sostén del proyecto. Todo el cuerpo técnico también es joven. Y son todos de la ciudad.
¿La idea es dar posibilidad a los juveniles de tener minutos?
Después de cerrar Federico Aguerre por dos años, sumaremos al menos un juvenil de Bahía Blanca al plantel y tres juveniles más sólo para hacer la pretemporada con nosotros, con la idea de que vayan adquiriendo roce.
¿Cómo viene el tema con los sponsors? ¿Has tenido la respuesta que esperabas antes de comenzar este proceso?
La respuesta es más que satisfactoria. Es un proyecto nuevo, a futuro, donde no hay nada para respaldarnos salvo la trayectoria de los que estamos trabajando. Y sin embargo, hay una apuesta importante de muchas de las principales empresas. La base que ya tenemos es muy sólida. Claro, la idea a futuro es sumar otras, pero una vez en marcha todo, confiamos en que será más fácil atraer sponsors.
Se habla que este proyecto tiene una rama cultural y social de peso. ¿Cuál es la idea de desarrollo en ese apartado?
Tenemos claro que nuestra función no es resolver los temas críticos de la sociedad, pero también tenemos claro que es nuestra responsabilidad transmitir un mensaje sobre la importancia que tiene la práctica del deporte como actividad social y el impacto que tiene en la salud. Y sobre todo ser un medio de difusión de la actividad que realizan silenciosamente muchas personas. Creo que esto le da el fin en sí mismo del que hablaba antes a nuestra actividad, que al fin y al cabo no deja de ser una demostración de destreza física. Para comenzar, este año vamos a trabajar en la difusión de la campaña Bahía Cuida tu corazón, que tiene como objetivo la prevención de enfermedades cardíacas, primera causa de muerte en el mundo, y con la Fundación Integrar, de la cual somos padrinos Manu (Ginóbili), Ale (Montecchia) y yo, para difundir un mensaje de integración de chicos con síndrome de down en nuestra sociedad. Además, llevaremos al equipo a entrenar a los clubes de la ciudad, haremos charlas y mini clínicas por la zona de influencia, y usaremos los entretiempos de los partidos para espectáculos, teniendo prioridad distintas manifestaciones artísticas de la ciudad para ayudar a darse a conocer. Todo esto entre otras actividades ya programadas, que presentaremos más adelante.
El partido de las estrellas de la Fiesta Nacional del básquetbol fue todo un éxito en materia de convocatoria. ¿Esperás algo así en la temporada de Liga Nacional?
Ojalá, sería fantástico y es uno de los objetivos: ver el Casanova lleno, con la gente gritando por el equipo.
¿Qué tiene que esperar el público y los seguidores del básquetbol argentino de este proyecto en el primer año?
Un año de transición, con la idea de estar entre los ocho equipos de arriba, jugando un básquetbol alegre y rápido. Tenemos muchos frentes abiertos este año, así que será sembrar para sentar las bases para el año siguiente con objetivos ya más ambiciosos.
Por el lado del intendente de Bahía Blanca, Cristian Breitenstein, y la provincia se nota un apoyo fuerte hacia la idea. ¿Crees que lo del Polideportivo puede ser posible en un futuro cercano?
Si, el apoyo del Intendente ha sido clave en todo el proceso, siendo parte fundamental para conseguir que la plaza de Liga se quede en Bahía y en la gestión con algunas empresas del sector privado. Compartimos la visión de que esto es algo muy bueno para la ciudad y esta confiando en nuestro proyecto. También hemos recibido el apoyo de la Provincia, en otra apuesta del Gobernador Daniel Scioli por el básquet, ya que van a hacer el Preolímpico en Mar del Plata el año que viene. Ojalá se sostenga en el tiempo, porque se necesita un apoyo estatal para estos emprendimientos, aunque considero que nunca tiene que ser el sostén principal, porque allí es donde se pierde el equilibrio y el sentido inicial de la idea.
¿Cómo te has sentido en el rol de dirigente-jugador en estos meses de trabajo?
No me considero dirigente, mi rol ha sido el de encabezar un proyecto, generar ideas y abrir espacios para otras personas. No me siento dirigente en absoluto, ni siquiera me gusta mucho la palabra, quizás porque se la ha estropeado mucho en el deporte profesional y en la política. Estos meses han sido de mucho trabajo, de dedicarle muchas horas, ya que tenemos varias cosas por solucionar. Mariano Grippo (Coordinador General) y Néstor Carrizo (Marketing y comercialización) han sido fundamentales en este proceso y lo quiero destacar. Ahora ya hay un grupo de trabajo muy capaz y con mucho entusiasmo, que se está convirtiendo en una gran familia, y creo que lograr eso en un grupo humano te da un extra para solucionar cualquier inconveniente que se presente. Ojala también lo logremos en el equipo…
Por último, y en base a tu experiencia en el básquetbol internacional… ¿Este proyecto puede ser revolucionario para el básquetbol argentino? ¿Qué es lo que esperás sembrar en el público con una movida de esta magnitud?
Ojalá podamos aportar algo al básquetbol argentino en general. Para eso hay que seguir la línea de trabajo que hemos elegido e intentar desarrollar los objetivos que nos planteamos. Tenemos claro que no es fácil, pero también que vale la pena el intento.
Informe: Prensa Bahía Blanca Estudiantes