El popular Oscar Delfor Ibáñez, ex jugador de básquet del Deportivo San Andrés y entrenador de divisiones formativas, murió ayer en Neuquén, tras varios días de agonía.
Nacido en Chovet, provincia de Santa Fe, se inició en el básquetbol en San Andrés donde cimentó su carrera donde dejó una huella imborrable desempeñándose como base, puesto en el que supo construir jugadas geniales que le valieron el apodo de “Loco” y “Mago”.
Radicado en Neuquén desde la década del ’70, tenía 74 años y tras una intervención quirúrgica, de la cual estaba en proceso de recuperación falleció esta tarde de un paro cardiorrespiratorio. Sus restos son velados en la sala velatoria de calle Alderete.
Nacido en Chovet, provincia de Santa Fe, se inicio en el básquetbol en Gimnasia y Esgrima de Villa del Parque y cimentó su carrera en el Club San Andrés donde dejó una huella imborrable desempeñándose como base, puesto en el que supo construir jugadas geniales que le valieron el apodo de “Loco” y “Mago”. Su musa inspiradora fueron los Harlem Globetrotters, que nos empezaron a visitar en 1951 con Nat Clifton y Robert Hall y después siguieron en 1952 con Tatum y Marques Haynes y en 1954 con Sam Wheleer y «Chico» Burrell. Le produjeron tanto impacto que se puso a imitarlos en una práctica en la UES, la Unión de Estudiantes Secundarios, que funcionaba en lo que hoy es el CeNARD.
Una conversación con el presidente de la Nación, el general Juan Domingo Perón, habitué al lugar, dio origen al equipo llamado UEStrotters. Se presentó en público, en el Luna Park, el 21 de septiembre de 1954 en un festejo del Día del Estudiante.
Una noche mágica -tal vez la más loca del Loco- se vivió el jueves 5 de agosto de 1965 en el Luna Park. «Uno le ganó a todos» tituló «El Gráfico» inmortalizando la hazaña.
Ese día, Deportivo San Andrés se había quedado con tres jugadores en su partido contra el Club de Gimnasia y Esgrima cuando faltaban 4m 15s. Jugaban por el tercer puesto de la Copa Bartolomé Ramonel Roca que organizó la Asociación Porteña. Oscar Ibáñez, Oscar Punti y Manuel Alberto Espadas debían defender en ese tiempo los nueve puntos de ventaja (75-66) que llevaban. El rival, dirigido por Casimiro González Trilla, estaba completo con sus cinco hombres.
Pero el Loco hizo el milagro. Se adueño de la pelota, protagonizó la función y resistió así para aguantar el resultado. Terminó con 36 puntos convertidos. San Andrés se llevó el triunfo por 87-82.
Radicado en Neuquén desde la década del ’70, donde se casó con Rosita y nacieron sus cuatro hijos: Oscar Aníbal, Paula, María José y Federico; tenía 74 años y tras una intervención quirúrgica falleció esta tarde de un paro cardiorrespiratorio. Sus restos son velados en la sala velatoria de calle Alderete.
Informe: neuquendeportes.com