El primer tiempo fue parejo, sin grandes diferencias a pesar de que el elenco local se quedó con una importante luz de diferencia a la hora de irse a los vestuarios. Se fue a descansar 42-33 y hasta ahí las acciones podían ser para cualquiera. Hasta que a la vuelta los cordobeses “descarrilaron” en defensa.
Sí, en el tercer cuarto Instituto mostró el mismo síntoma que lo viene aquejando desde hace tiempo: cuando el rival se agranda y las cosas no le salen, se desarma, se va del juego. Desprotegió por demás su cesto, la máxima tocó los 19 puntos de diferencia y el parcial, tras una más que saludable reacción y bomba de mitad de cancha de Pablo Bruna, quedó en manos del dueño de casa por 74-60.
En el último cuarto el esfuerzo fue mucho. Acortó las distancias, se puso en juego (81-72) y hasta pudo dar más, pero pagó muy caro las desatenciones de los 10 minutos anteriores. La Gloria no pudo dar vuelta la historia, cayó 96-83 y ahora deberá aguardar el compromiso del viernes, frente a San Martín, en el cierre de la Fase Regional.
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