No fue brillante. Incluso mostró altibajos. Sin embargo, la victoria de Regatas sobre Gimnasia (71-62) no admite discusiones. Hubo atenuantes, como las bajas de Martínez y López. Pero lo concreto es que el equipo del parque Mitre sigue invicto como local y mañana recibe a El Nacional. Planilla oficial

El tibio festejo del público y los propios jugadores denotaba que Regatas había cumplido con su deber de mantener el invicto como local, y nada más. No le sobró demasiado al equipo del parque Mitre, pero la victoria sobre Gimnasia, por 71-62, sirvió para seguir prendido a los primeros lugares de la Liga Nacional de Básquetbol. Además, no admite discusiones. El éxito correntino se fue construyendo paulatinamente, a fuego lento. Y sirvió para sumar.

Hubo atenuantes para que los dirigidos por Silvio Santander no alcancen una performance de alto vuelo. Fueron bajas por sendas lesiones Javier Martínez (rodilla derecha) y Roberto López (aductor derecho), por eso la rotación fue corta y el cansancio, con el correr de los minutos, se hizo notar.

De todas maneras, la satisfacción por extender su racha en Corrientes y por rehabilitarse tras las derrotas como visitante con Independiente y Estudiantes -respectivamente-, son los alicientes a los que debe aferrarse Regatas para recibir mañana a El Nacional -Monte Hermoso-, el equipo revelación de la temporada y que representa una verdadera amenaza para su fortaleza del parque Mitre.

Promisorio fue el arranque de Regatas. Sólido en defensa, le negó a Gimnasia la circulación por la pintura y el visitante debió apelar seguidos a los tiros externos, que no le dieron tanto rédito (2/9 en el primer cuarto). Después, Stanton se mostró muy activo en el costado de ataque, capturando algunos rebotes ofensivos y sumando 7 puntos. Así, el equipo del parque Mitre alcanzó una ventaja de 14-3 en casi siete minutos. Pero luego, con un par de “bombazos” del ingresado Prego y algo de Boston, Gimnasia esbozó una reacción. No lo dejó Regatas, que con otros siete de Chuckie Robinson cerró el parcial 20-13.
Parecía controlado el trámite y quizás esto, inconscientemente, hizo que Regatas se relajara. Empezó entonces Gimnasia a mostrarse más aguerrido en defensa y bajó los porcentajes en tiros de cancha a su rival (5/16), que encima se mostró permisivo en defensa. Con el empuje del juvenil Alessio (cinco) y capitalizando un par de pérdidas en la salida debajo del aro regatense, Gimnasia llegó a pasar al frente 29-28. Santander trató de levantar anímicamente a sus dirigidos en los tiempos muertos y esto, sumado a los puntos del vertiginoso Carabajal y con Tintorelli dañando en la profundidad de la pintura, le dio un respiro a Regatas yendo al descanso largo: 34-40.

Reinicio furioso de Regatas, que metió una corrida de 6-0 en menos de un minuto y medio para tomar diez de luz. Pero otra vez aparecieron los altibajos y Gimnasia, con Fioretti como bandera, se puso a tiro: 43-45. Esto activó el despertador y rápido Regatas -otra vez llegando al final del cuarto-pudo reencauzar el desarrollo y llegó al período final 54-46 arriba.
Sin tanto orden y exagerando por momentos con los tiros lejanos (7/33 triples en la noche), Gimnasia intentó dar el zarpazo. Pero Regatas, con la regularidad de Robinson en el goleo y anotaciones oportunas de Cavaco y Stanton, lo liquidó sin sobresaltos.
Fue victoria nomás, y punto. El éxito sirvió para levantar la moral, aunque mañana la exigencia que supone puede demandar El Nacional, hace que Regatas quede en alerta y no pueda relajarse. Quizás pueda reaparecer López, lo que servirá para ampliar la rotación.

Diario Epoca