Los primeros diez minutos fueron casi todos de Olímpicos, que liderados por la ofensiva de Adrián Boccia (14 puntos), sacó en varias oportunidades 10 de diferencia. Instituto padeció en el costado defensivo, entregó cuatro acciones de foul-gol y sobre el cierre, con corazón y los ingresos de Pablo Bruna-Johm DeGroat reaccionó para quedar 20-26 al cabo del segmento después de dos puntos sobre la chicharra del mismo Boccia.
En el segundo cuarto, con buenas y malas fueron los árbitros los principales protagonistas del partido. Claro que en la cancha uno y otro hicieron lo suyo; el Negro algo mejor, y por eso se quedó con la mitad por 39-47. DeGroat (13) de un lado y Federico Van Lacke (7) del otro llevaron las banderas.
La segunda mitad empezó a pitazos limpios. De entrada los bandeños sacaron 11 de diferencia (50-39) y la cosa se hizo cuesta arriba. Olímpico jugó con la impaciencia del albirrojo, hasta donde la propia Gloria se lo permitió. Los de Ariel Rearte reaccionaron, metieron un empellón y acortaron a 64-59, para abrir la esperanza e ilusión de cara a los últimos diez minutos de la noche, que fueron nervios y adrenalina pura. Más el condimento extra que le puso una baja de tensión restando 3´23 y con el marcador 72-75.
Instituto jugó con el corazón. Puso todo lo que tenía a disposición del equipo. Pablo Bertone fue enorme en los dos costados; Green volvió a desequilibrar y todos acompañaron, pero no alcanzó y fue 87-80. Instituto, a pesar de la derrota, se fue ovacionado y con toda la Gloria. Estuvo a la altura, cumplió los objetivos propuestos y seguramente en unos meses irá por más.
Informe: Prensa Instituto