Argentina arrancó con una buena imagen su serie de amistosos de preparación para la AmeriCup y derrotó a Uruguay, en Montevideo, por 105 a 96, en el primero de los enfrentamientos pautados entre ambas selecciones. El equipo de Hernández dominó durante gran parte del cotejo, pero terminó sufriendo producto de sus propias distracciones. Este domingo, desde las 20.15, vuelven a chocar en el estadio de Biguá. Laprovittola, con 26 puntos, fue la figura y el máximo goleador del equipo de Sergio Hernández.
Con un Brussino encendido, el conjunto argentino arrancó activo ofensivamente y con una propuesta de juego absolutamente dinámica. Eso le permitió encontrar buenos tiros en ataques cortos, pero a la vez un rápido desgaste por la intensidad. Y el local, apostando a sus opciones más fiables (Fitipaldo – Granger – Batista: 35 puntos entre los tres en el PT), lo emparejó hasta tomar la ventaja. De ahí en más el partido se desarrolló en un contexto de absoluta paridad, intercambiando golpes durante todo el primer tiempo, con buena efectividad y alto goleo para este momento de la preparación. Argentina, aún con lagunas, descubrió alternativas valiosas que le pueden sumar variantes a la rotación: Saiz, Fjellerup y Flor, en distintos momentos trajeron soluciones a los referentes ofensivos habituales.
Tras el descanso, el equipo de Hernández mostró su mejor versión. Con un Laprovittola en llamas (17 puntos en el segmento y absoluto control de todo), bien secundado por Brussino (ocho), tomó máxima de diez a falta de tres minutos (69 a 59). De ahí en más, la Selección tuvo el dominio. Porque frustró a Uruguay y perdió protagonismo Granger. Y eso lo llevó a confundir el camino y resignar compromiso defensivo. Su rival, en absoluto contraste, ganó confianza, corrió la cancha y estiró la ventaja hasta sacar 19, a falta de 6’31’’ para el final del último cuarto (94 a 75). Pero… La diferencia llevó a los argentinos a relajarse de manera inconsciente, error gravísimo ante un plantel largo y combativo como el uruguayo. Y lo que parecía sellado, se volvió un cierre para cualquiera (100 a 93 con 1’23’’ por jugar). Hasta que Lapro volvió a tomar el liderazgo, apareció Redivo y Argentina le puso el moño a la historia. En 24 horas, la revancha.
Prensa CABB