Comienzo soñado para el local. Brussino efectivo en el lanzamiento exterior, buena selección de tiros por parte de Deck le daban la chance de en apenas dos minutos ya estar 8 a 0. La solidez defensiva era importante para sostener el compromiso. Hilliard era el que más intentaba en la visita que llegó a descontar y colocarse a 3 (7-10). Recuperar y correr, con un Brussino exuberante le daban una vez más renta de 9 a los locales (7-16), que más allá de lo que realizaba Hilliard logró irse al descanso corto arriba por 7 (15-22).

El cambio de nombres en Argentina no modificaba el rendimiento. Sainz apareció en ofensiva con 7 puntos seguidos para abrir 11 a su favor (20-31). Bloquear el rebote defensivo y provocar malas opciones ofensivas de la visita eran las principales virtudes de los albicelestes. El local marcaba el ritmo, Laprovittola se consolidaba en la conducción y con el aporte de Redivo tomó renta de 13 (24-37). Más allá de quedarse sin gol durante dos minutos, la intensidad defensiva y un triple de Campazzo sobre el cierre de la primera mitad, le daba la máxima de 15 al dueño de casa (27-42)

El local inició de la mejor manera la segunda mitad. Campazzo imponía el ritmo de un equipo que rápidamente abrió 20 a su favor (28-48). La rotación de Hernández le daba la chance de mantener una gran intensidad en defensa. De todas formas Estados Unidos tuvo su momento en el juego. Warney en el poste bajo y Williams II desde el perímetro lideraron una reacción que le permitió descontar y colocarse a 6 (47-56) con un triple de Drew al cierre del cuarto. La visita proponía un juego más físico y llevaba al local a su juego, algo que no había ocurrido en todo el partido.

De arranque con triples de Munford y Hearn la reacción se consolidó. Warner, el hombre que cambió el juego, igualó en 58 a 7:30 del final. Con 6 minutos por jugar, los del norte dieron vuelta el trámite y pasaron por primera vez tras corrida y doble de Munford. Argentina ya no atacaba con tanta solidez, los porcentajes bajaron y todo eso era aprovechado al máximo por un rival que se sentía cómodo con el trámite. Munford seguía con altos porcentajes y así llegó la máxima de 7 para la visita (70-63 restando 4 minutos). Los libres errados por parte de Estados Unidos eran los que le daban esperanzas a Argentina, que tuvo en las manos de Laprovittola la oportunidad de igualar a 8 segundos del final. El triple malogrado por el base y los libres de Warney le pusieron el sello al partido. El parcial de 54-34 en la segunda mitad es lo que le dio la chance al equipo de Van Gundy de quedarse con el título. Como a lo largo de toda esta AmeriCup, la defensa fue determinante para cerrar el juego y el torneo a su favor.

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