www.InfoLiga.com.ar - El clásico fue para el Milrayitas

Con un segundo tiempo arrasador, el equipo de Sergio Hernández derrotó a Quilmes por 87-66 en otro adelantado de la 24ª fecha de la Liga Nacional de Básquetbol Movistar. De esta forma, Peñarol estiró la ventaja en el historial a 43-26 (por partidos de la Liga Nacional). Román González fue la figura del vencedor, con 15 puntos y 8 rebotes. Planilla oficial

En un Polideportivo Islas Malvinas casi repleto, el partido tuvo mucho clima, mucho roce y varias faltas técnicas… Peñarol fue muy superior en el segundo tiempo (46-27) y se impuso por 87-66. Con esta victoria, el Milrayitas pasó a Quilmes en la tabla de posiciones: quedó 8º con 43.5 puntos, mientras que su clásico rival está 9º, con 43 y tres partidos más.

Quilmes hizo un buen primer tiempo pero no aguantó: jugó con un solo extranjero, Carl Edwards, ya que todavía no llegó el reemplazante de Antonio Reynolds, mientras que Maximiliano Maciel entró solo tres minutos, porque sufre un desgarro en el pie derecho. En tanto, Peñarol disimuló con su buen recambio la seguidilla de partidos y volvió a contar con el base Sebastián Rodríguez, tras la lesión en el hombro.

Los dirigidos por Sergio Hernández ganaron 27-20 el primer cuarto, con dominio en la zona pintada (excelente tarea de la dupla Osborne-González). Pero en el segundo llegaría lo mejor de Quilmes, que ganó ese parcial por 19-14. Con una gran producción de Eduardo Villares (totalizó 20 puntos), el equipo de Oscar Sánchez se fue al descanso largo abajo por apenas un doble: 41-39.

En el penúltimo capítulo dominó nuevamente Peñarol, que cerró arriba por 65-52 (24-13). Román González siguió desequilibrando en el poste bajo. En tanto, su rival dependió demasiado de Carl Edwards (12 puntos en el cuarto; un par de veces logró doble y falta) y pudo a achicar a seis (53-47 a 5m), pero hasta ahí llegó.

El arranque del último cuarto fue algo accidentado: en Peñarol se sentó Osborne con un tirón, mientras que Dentis sufrió un golpe con González y también tuvo que descansar, pero sin mayor gravedad en ambos casos.

Promediando el segmento final, luego de dos triples de Wadley (goleador con 19 puntos, 5-9 triples y 4-6 libres), Peñarol llegó a sacar la máxima de 23 (77-54). Fue el quiebre definitivo. Quilmes no pudo reaccionar, se quedó sin ideas en ataque ante la sólida defensa oponente. Y el festejo, otra vez, fue para el campeón de la Liga de las Américas.