Marcelo Lorenzo Richotti es uno los tres técnicos que menos duraron en el inicio de una temporada de Liga Nacional de Básquetbol. Contó cómo sobrelleva esta situación, 84 días después de ser cortado por Quimsa (Santiago del Estero).

“No voy a ser mentiroso y decir que vamos a jugar para ver cómo nos va. Sé que habrá presiones o desafíos diferentes a escaparle al descenso”, le dijo Marcelo Richotti a “La Nueva Provincia”, el 9 de mayo, minutos después de cerrar su vínculo con Quimsa, para dirigir al equipo en la actual temporada de Liga Nacional de Básquetbol.

En ese momento, el entrenador bahiense estaba lejos de imaginar que las presiones generarían semejante desconcierto dirigencial, al punto que dos derrotas (se sumaron a las tres de la Copa Argentina) le costaran el cargo.

Pasaron 84 días desde que el silencio apoderó a Richotti, después de igualar el récord de Miguel Volcan Sánchez (cortado por Peñarol tras dos derrotas, en la 91-92) y de Luis Oroño (lo mismo en Libertad, en la 03-04).

Aún intentando sepultar todo lo que generó aquella acelerada decisión, el técnico permanece en la ciudad aguardando algún llamado. Y algo habló.

¿Qué es de tu vida?
Esperando si surge alguna posibilidad de trabajo y disfrutando de la familia. También, siguiendo la Liga para estar actualizado.

¿Podés mantener la tranquilidad?
No. Obviamente no es fácil estar sin trabajo. De todos modos, más allá que en estas situaciones los contratos siguen vigentes, el tema pasa por el tiempo que estás sin hacer nada. Estuve colaborando en algunos campus y casi seguro que en febrero organizamos otro en Pacífico.

El trabajo de entrenador es mental. ¿Cuánto contamina estar en tu situación?
Busco alternativas para no estar las 24 horas en mi casa pensando si me sale algún trabajo. Para eso está mi representante. Igual, no analizo lo que pasó. Trato de mirar para adelante y de seguir la Liga como si estuviera adentro.

¿Lograste entender lo que sucedió?
Lo que me pasó no tiene análisis. Si me hubieran dejado trabajar, me iba mal y me echaban, bárbaro, pero no me dejaron trabajar.

¿Qué tan fuerte hay que estar para sobrellevar una decisión de este tipo?
Fue una decisión que no pude manejar ni modificar.

¿Y que no te hizo sentir mejor o peor?
Seguro. Sí me ayudó a conocer ciertas cosas que pensé que podían pasar, pero no en esa circunstancia. Todo esto me fortaleció para seguir luchando por mis convicciones y por la manera que me manejé durante toda mi vida. Voy a continuar trabajando y capacitándome, con errores y virtudes, como cualquier profesional. Y aprendiendo de las experiencias de esta profesión. No te olvides que sólo llevo 10 años dirigiendo.

Aprendiste algo nuevo.
Ni hablar. Todos los días se aprende algo nuevo y, especialmente, sobre conductas y respecto de situaciones que parecen inexplicables. Pero hay que seguir, porque si me pusiera a pensar en el perjuicio que me puede haber ocasionado la decisión de esta gente, no me ayudaría a prepararme para lo que viene. Lo que no mata fortalece.

”Tengo una manera de ser que, quizá, no condice con lo que la dirigencia de Quimsa pretendía. No iba a cambiar mi forma de ser. Soy así. Y si no te gusta, no me contratés. La pregunta es: no sé para qué me contrataron. Pero ya está“.

¿Va aumentando tu ansiedad?
Sí. No es lindo estar sin hacer nada. Si no sale nada antes de los primeros días de febrero después será difícil, porque todas las ligas están cerrando. Y ahí buscaría algo por acá. Si me quedo en Bahía, podría coordinar el básquet menor de Pacífico.

¿Evaluarías cualquier posibilidad?
Voy a esperar hasta último momento para dirigir la Liga, en cualquier nivel. En caso de no presentarse ninguna chance, estaría dispuesto a dirigir en cualquier lugar.

El problema es que hay muchos entrenadores para tan pocos lugares que ofrece la Liga.
Por eso también es mi bronca. Tenía el lugar y realmente el perjuicio fue muy grande. Pero son las reglas de juego. Hay grandes entrenadores que hicieron excelentes campañas y después estuvieron un tiempo sin dirigir. Ojalá que algún club se acuerde que existo y entienda que esto fue una mala experiencia.

¿Analizaste en dejar todo después de este golpe?
El sistema te lo hace pensar. Más allá que vas a terminar cobrando, si el club no te quiere pagar en el momento y te manda el libre deuda en julio, ¿qué hacés durante ese tiempo? Esto también deja en claro que es conveniente tener una actividad paralela o invertir en alguna otra alternativa.

¿A este nivel eso ayuda a trabajar con mayor tranquilidad?
Da tranquilidad porque te ayuda a poder elegir mejor y no tomar un trabajo por necesidad.

Los cortes más rápidos

1) Miguel Volcan Sánchez dirigió a Peñarol en la derrota como local ante Quilmes, 72 a 69 y en la caída frente a Ferro, 82 a 81, de local, en la temporada 91-92.

2) Luis Oroño sólo permaneció al frente de Libertad, en la 2003-2004, en las caídas frente a Argentino (Junín), 97 a 86 y contra Pico, 103 a 73. Ambas de visitante.

3) Marcelo Richotti estuvo al frente de Quimsa únicamente en los partidos –como local– frente a Regatas Corrientes (perdieron 79 a 76) y La Unión (83 a 80).

Entrevista: Fernando Rodríguez – La Nueva Provincia